El circuito de Austin cambia el nombre de su última curva

Mario Andretti triunfó en muchas categorías del automovilismo, como la IndyCar, la NASCAR y la Fórmula 1, y es el último estadounidense que ganó el campeonato del mundo de F1, en 1978.

En vísperas del décimo GP de Estados Unidos, que se celebrará este fin de semana en Austin (Texas), el COTA anunció este lunes que su última curva pasará a llamarse "The Andretti" en honor a Mario.

"Andretti" es una curva cerrada a izquierdas para cerrar la vuelta que lleva a los pilotos a la recta principal antes de la subida a la curva 1, que fue rebautizada como "Big Red" en 2020 en honor a uno de los cofundadores de la pista.

Este jueves tendrá lugar en el Circuito de las Américas una ceremonia de nombramiento para rebautizar oficialmente la curva 20 como 'The Andretti' con la presencia del propio Andretti.

Mario Andretti fue el primer piloto en completar una vuelta al COTA antes de su gran premio inaugural en 2012, y desde entonces la pista se ha convertido en una parte fundamental del automovilismo en Estados Unidos.

Además de albergar la cita de MotoGP desde 2013, el circuito comenzó a ser sede de carreras de la NASCAR el año pasado, y anteriormente ha organizado eventos de la IndyCar e IMSA.

El Gran Premio de Estados Unidos de este fin de semana será la carrera más concurrida hasta ahora en el COTA, después de que el circuito haya añadido tribunas para satisfacer la gran demanda de los aficionados estadounidenses.

La carrera del año pasado, el GP de Estados Unidos 2021, atrajo a 400.000 aficionados durante tres días, marcando un récord para la F1 que parece que se batirá de nuevo este fin de semana. Eso, a pesar de que la carrera ya no será decisiva después de que Max Verstappen se adjudicara el título de pilotos en Japón hace dos semanas.

Andretti estará en Austin para la ceremonia, tras haber disfrutado pilotando un F1 de McLaren F1 a sus 82 años en un evento en Laguna Seca durante el fin de semana.

Andretti se puso al volante de un McLaren MP4-28 de 2013 después de que el CEO de McLaren Racing, Zak Brown, organizara un acto para él durante el evento privado que contó con varios McLaren clásicos.