¿Son buenas noticias los cambios en el porpoising para Mercedes?

Al ser el equipo que se ha enfrentado al mayor reto para dominar el porpoising en su W13, cualquier cosa que ayude a deshacerse del efecto rebote puede parecer que es de ayuda y que beneficiará a Mercedes.

Sin embargo, si todos los equipos se ven obligados a poner una configuración en la que el porpoising no sea un riesgo, eso podría ayudar a nivelar la zona media un poco más.

Por eso, el jefe de Red Bull, Christian Horner, sugirió tras el Gran Premio de Azerbaiyán que cualquier cambio de reglamento para paliar este frente sería "injusto" para las escuderías que no sufrían el problema, pero si se profundiza en lo que la FIA está planeando, parece que el organismo rector está centrando las cosas de una forma ligeramente diferente a lo que el británico temía.

De hecho, existe la posibilidad de que la FIA imponga límites que puedan perjudicar más que ayudar a la suerte de Mercedes a corto plazo. Aunque aún no se han anunciado los detalles finales de lo que la federación pretende hacer, el primer paso es un puro ejercicio de recopilación de datos.

A partir del Gran Premio de Canadá de este fin de semana, el organismo rector tomará los datos de la telemetría y realizará una evaluación técnica más detallada a los coches y a su comportamiento para comprender mejor el impacto del porpoising. Esta labor incluirá un test a los fondos y patines situados debajo de los monoplazas, pero un mensaje crítico en el comunicado de la FIA es que están tratando de crear una métrica, basada en las cargas de aceleración vertical, para disminuir este movimiento de rebote en el futuro.

La elaboración de ese límite llevará varias semanas, pero dentro de unas carreras podría significar la imposición de un estricto reglamento de fuerzas G y de frecuencia con la que los coches tocan el asfalto para garantizar que ningún piloto tenga que soportar daños físicos, como le sucedió a Lewis Hamilton o Daniel Ricciardo en Bakú.

Si se impone un límite para ese efecto, aquellos equipos que sean capaces de hacer rodar su monoplaza a baja altura, no tendrían que cambiar nada para cumplir con dicha métrica, pero los que sí tengan problemas para cumplir con la norma, podrían tener muchos dolores de cabeza en lo que se refiere a su rendimiento.

Si la FIA estipula una tolerancia máxima con esa métrica para el impacto contra el suelo, cualquier conjunto que sea demasiado agresivo en la configuración del coche, o que esté muy cerca del límite, podría verse obligado a hacer cambios para reducir el rebote.

Eso significaría que sacar al monoplaza de su ventana ideal de funcionamiento para asegurarse de cumplir con las reglas, pero también conllevaría una pérdida de tiempo por vuelta. Los pilotos que más sufren el porpoising podrían encontrarse pronto con una conducción más suave tras la desaparición de rebote, pero irían mucho más lentos y bajarían posiciones.

Sin embargo, aunque podría haber perjuicios a corto plazo, aquellos equipos que no han conseguido controlar el efecto, es probable que pongan en marcha soluciones para 2023 antes que el resto.

Las quejas de Russell durante el fin de semana en Bakú estaban más dirigidas a que la Fórmula 1 analizase si querían seguir teniendo este problema, y la federación internacional ha dado las primeras indicaciones a las escuderías para poder erradicar el porpoising.

El organismo rector quiere ayudar a los miembros de la parrilla para "definir medidas que reduzcan la propensión de los monoplazas a mostrar estos fenómenos a largo plazo", y la idea es que la categoría vaya más allá de la necesidad de establecer un límite en el rebote e imponga un cambio en las reglas para desterrar el porpoising en la nueva generación de coches.

Eso podría conseguirse mediante una mayor libertad en la suspensión, incluso en un retorno a la suspensión activa, o quizá haciendo que el mass damper vuelva a ser legal. La falta de este tipo de elementos en las suspensiones en la actual normativa de 2022 ha sido un factor que ha impedido a Mercedes domar su W13, pero cualquier ayuda a largo plazo sería, sin duda, bienvenida para los alemanes en su intento de regresar a lo más alto del podio.