Cómo un traductor causó el mayor brote de COVID-19 en la F1

Aunque Brawn no especificó en qué gran premio fue el "peor brote", se entiende que ocurrió en el GP de Rusia en Sochi, en septiembre.

La organización de la F1 y la FIA introdujeron estrictos protocolos para el inicio de la temporada en Austria, incluido un extenso número de test de COVID-19 cada fin semana de carrera, tanto a los viajeros habituales como a los funcionarios locales y al personal en los circuitos.

Se realizaron más de 78.000 test bajo la jurisdicción de la FIA en los 17 eventos, y solo se encontraron 78 positivos, aunque en esos números no se incluyen las pruebas obligatorias entre carreras que tuvieron lugar fuera de las sedes.

Sergio Pérez, Lance Stroll y Lewis Hamilton se vieron obligados a perderse carreras tras dar positivo, lo que representa un porcentaje mucho más alto en la F1 que en la población general.

Más de 1300 personas que trabajan para la FIA, F1, los equipos y los medios de comunicación viajaron a cada carrera, sin contar a los equipos F2, F3 y Porsche Supercup que estuvieron también compitiendo en algunos fines de semana.

Brawn destacó el porcentaje relativamente alto de pilotos con COVID y reveló cómo un traductor generó el mayor brote.

"El índice de incidencia en la F1 fue de un poco más de uno sobre 1000", dijo Brawn al Podcast de la F1. "Y es fascinante ver qué casos fueron, porque hubo tres pilotos, lo que es un poco desproporcionado teniendo en cuenta que solo hay 20. Eso es algo en lo que hay que pensar".

"De los 78 que dieron positivo, un buen número fueron trabajadores de la pista o personas asociadas con el país en el que estábamos".

"Creo que el peor brote que tuvimos fue cuando un traductor nos sorprendió en uno de los países, porque estaba trabajando con un grupo de personas, traduciendo para ellos".

"Por supuesto, tuvo contacto con ellos, y de repente tuvimos un pequeño brote, pero  reaccionamos rápidamente".

"Hubo muy pocos brotes, tengo que decir, entre los equipos. Los números de los equipos de mecánicos, ingenieros, etc, fueron muy bajos. Es un interesante ejercicio estudiar los datos, y sé que algunas de las personas más diligentes de la F1 pillaron el virus. No sé dónde".

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Brawn elogió la manera en la que el deporte hizo frente a la pandemia.

"Creo que es un ejemplo brillante de cómo la F1, en tiempos de crisis, se une como una familia completa", dijo Brawn. "Pasamos la mayor parte de nuestras vidas, o al menos yo lo hacía cuando competía, tratando de destruirnos unos a otros".

"Y luego nos enfrentamos a una situación como esta, y la F1 se une y brilla. Estoy realmente orgulloso de lo que todos pudieron hacer este año, porque parecía una tarea casi imposible. Cuando miro cómo estaban las cosas cuando comenzamos esta aventura, estoy muy orgulloso".

Brawn admitió que cuando se planeó la temporada con los nuevos protocolos COVID, había muchas incógnitas.

"Bueno, creo que lo que ninguno de nosotros entendió realmente qué pasaría si de repente tuviéramos un brote importante, cómo se manejaría, si podríamos controlarlo o limitarlo", reflexionó.

"Y ninguno de nosotros sabe lo suficiente sobre la dinámica de esta enfermedad y cómo se propaga. Se conocen puntos generales, pero no los detalles. Quiero decir, ¿cuánto tiempo se necesita estar en compañía de una persona infectada, y que se hace con ellos que te hace infectarse?".

"Así que todas esas cosas eran inciertas, simplemente no sabíamos cómo se desarrollaría. Y creo que cuando tuvimos los primeros casos de positivos, hubo cierto momento de ansiedad sobre si los sistemas y protocolos que implementamos serían suficientes para contener los brotes. Y así fue".

"Creo que todos fueron bastante diligentes en la F1. Creo que teníamos que estar en guardia continuamente, porque era fácil volverse complaciente y bajar la guardia según iban pasando los meses".