Análisis: cómo la tensión entre los equipos animó el GP de Hungría

La carrera en Hungaroring se volvió fascinante, pero también un poco frustrante – por los dos pilotos que querían ganar y el que los fans deseaban que lo hiciese. 

Se vio claro que adelantar en esta pista es muy complicado, máxime con lo coches de este año. Y con las altas temperaturas aún se hizo más duro ponerse a la estela de un adversario sin arriesgarse a sufrir problemas de sobrecalentamiento.

En segundo lugar, el accidente entre los dos compañeros en Red Bull, Daniel Ricardo y Max Verstappen, nos privó de lo que podría haber sido un espectacular duelo entre tres equipos, con Mercedes y Ferrari.

El australiano se quedó fuera a las primeras de cambio y el holandés recibió una penalización que le impidió estar en la lucha por el podio.

El ritmo de Red Bull parecía esperanzador durante todo el fin de semana y sus pilotos esperaban que su coche se comportara mejor que el de sus rivales con el calor que hizo el domingo.

El ritmo de Verstappen mostró que podrían haber estado en la lucha, pero los 10 segundos que el holandés tuvo que esperar durante su parada de neumáticos echaron por tierra todas sus esperanzas. Pese a todo, formó parte de la interesante situación que se vivió en las últimas vueltas.

La autodestrucción de los Red Bull provocó una vez más una carrera entre Ferrari y Mercedes, con una actuación de sus cuatro pilotos espectacular. No hubo adelantamientos, más allá de las órdenes de Mercedes a sus pilotos.

Tension entre los Ferrari

El nivel de Kimi Raikkonen en ocasiones es cuestionable, pero en una pista donde tiene una larga lista de podios, el finlandés tuvo una de sus mejores actuaciones del año – coincidiendo con el momento en que se están cerrando las renovaciones para 2018.

Sebastian Vettel le superó en clasificación, manteniendo la primera plaza en la salida y abriendo un hueco de 3 segundos en las primeras vueltas.

Sin embargo, el alemán enseguida se encontró con problemas. Por razones que el equipo no ha podido explicar, el volante estaba desalineado con las ruedas y en cada vuelta fue a peor.

Incluso para un buen piloto como Vettel, este no fue un problema fácil de gestionar, dado que estaba con la presión de alguien con un coche idéntico, pero en perfectas condiciones.

Incapaces de arreglar el problema, el mejor consejo de Ferrari fue que evitase los pianos – omitiendo decirle que tenía su compañero pisándole los talones: "Cada vez que pisas los pianos comprometes tu rendimiento".

Vettel entró a boxes en la vuelta 32 cuando lideraba y Raikkonen lo hizo una más tarde. La parada de 'Seb' fue un poco más lenta y Kimi salió pegado a él. No fue la primera vez que este año el finlandés expresó sus dudas sobre el momento para entrar, comunicando a sus ingenieros que "tenía ritmo para seguir en pista".

A veces parece que Ferrari lleva una estrategia con Raikkonen a la defensiva, usándole para ayudar a su compañero. Aunque los dos Mercedes ya habían parado, había alguna duda sobre un posible 'undercut'.

Teniendo que ir más lento porque Vettel no podía mejorar, Raikkonen estaba naturalmente frustrado, especialmente cuando vio a los Mercedes en su retrovisor.

"¿Está yendo al máximo?", preguntó. "Está claro que nos está atrapando. No hay nada que yo pueda hacer". Unas pocas vueltas después volvió a insistir: "Me estás poniendo bajo mucha presión sin razón".

Esforzándose por el problema en el volante y tratando de evitar los pianos, Vettel también salvó neumáticos para el caso de tener que defenderse al final de la carrera.

Mientras tanto, la 'pelea' de Raikkonen con su muro continuaba: "No estoy en la posición más cómoda ahora mismo".

Sus palabras eran claras. Sentía que estaba siendo usado para salvaguardar a Vettel – como el tapón de una botella – y Raikkonen quería pasarle y tomar ventaja con el dúo de Mercedes.

Sin embargo, Vettel es matemáticamente el claro candidato al título en Maranello y quieren aumentar al máximo su ventaja cada fin de semana.

Aunque no hubo ningún incidente entre los dos pilotos y el equipo no preguntó en ningún momento por dejarle pasar, la situación fue muy frustrante para el finlandés.

El otro problema era que Kimi, al igual que Vettel, tenía un coche con el cual era difícil pisar los pianos de forma normal. Esto lo estaba viendo Hamilton y le sería más fácil pasar al finlandés, por lo que la segunda posición podía estar en riesgo.

En otras palabras, Ferrari hizo lo lógico a pesar de lo duro que fue para Raikkonen, quien por una vez tenía más ritmo que su compañero. Muchas veces le esquivó con el DRS – estaba a sólo 0.7s en la vuelta 57 – pero pasarle era otra historia.

Sin embargo, hizo su actuación, con el jefe Sergio Marchionne de espectador y el inminente anuncio de los pilotos para 2018 en Monza, por lo que fue un hecho a tener en cuenta.

El pilotaje de Vettel fue brillante. Ha conseguido la mayoría de sus victorias desde la pole, pero no en unas circunstancias tan complicadas y con tanta presión, incluida la de su compañero de equipo. El tipo de conducción que lleva a ganar campeonatos.

Mercedes "reinvierte" el orden

Mercedes también tuvo que afrontar una delicada situación sobre los intereses de sus dos pilotos, cuando uno parecía tener más ritmo que el otro – pero la forma de actuar de los de Brackley fue muy diferente.

Hamilton se complicó la vida cuando cometió un error en la Q3 y tuvo que abortar su vuelta. Como el dijo, fue como fallar en el primer servicio en tenis.

Aunque maquilló la situación en su segunda salida, no pudo pasar de la cuarta plaza, por detrás de los dos Ferrari y Valteri Bottas. 

Eso convirtió en un gran desafío la carrera y las cosas se pusieron aún peor cuando perdió la posición con Verstappen en la salida, cayendo al quinto lugar. Durante su primer 'stint' perdió un terreno crucial con los coches de cabeza.

También se vio perjudicado por los problemas de comunicación con su garaje, por lo que no tenía información del muro y la comunicación con los pilotos era intermitente.

Bottas y Hamilton fueron llamados a boxes antes que los Ferrari, provocando la parada de los coches rojos. Más tarde, cuando pudo hablar con los boxes, le contó a su ingeniero que quería haberse mantenido fuera porque estaba satisfecho con cómo iban las gomas.

Después de la parada, y sin ningún Red Bull por delante, Hamilton demostró un ritmo increíble. Se puso enseguida detrás de Bottas, y con los Ferrari en el horizonte, las conversaciones para que Bottas le dejara pasar y pudiese atrapar a los de Maranello empezaron.

Desde la salida acordó que si no era capaz de hacerlo, les devolvería la posición – una situación que muchos equipos han intentado pero que no es fácil de ejecutar.

Bottas dejó pasar a Lewis en la curva 1 de la vuelta 46, con 24 por delante. Se le informó del pacto y su ingeniero añadió: "mantente cerca de Lewis y así os podréis reinvertir".

Mientras tanto, se le dijo a Hamilton que tenía cinco vueltas para hacerla, a lo que respondió, "Sin presión entonces ..."

Se acercó a Raikkonen, pero inevitablemente con un ojo en la temperatura por la estela del Ferrari, fue otro tema. 

Después de una pocas vueltas preguntó – algo irritado – si debía dejar de intentarlo y dejar a Bottas pasar, pero le dijeron que siguiese presionando a los Ferrari. Se olvidaron del plazo de cinco vueltas para  probarlo.

El problema fue que Bottas se encontró con más tráfico y se quedó algo rezagado y ahora Lewis tendría que frenar mucho para devolverle el sitio. Además, después de su parada en boxes y los 10 segundos de sanción, Verstappen se acercó.

Fue rápido con neumáticos frescos y se acercó lo suficiente a Bottas, poniendo en riesgo la acción que quería intentar Mercedes ese devolver el podio a Bottas. 

Por un momento pareció que Hamilton se quedaría la tercera plaza, pero muy al final de la última vuelta dejó pasar a varios doblados y a Bottas, acabando justo por delante de Verstappen.

Fue un gesto verdaderamente loable por parte de Hamilton, que pudo haberse excusado con el equipo diciendo que Bottas no cumplió su parte de mantenerse cerca. No se recuerdan muchos campeones que hayan tenido una acción como esta.

Hamilton perdió tres valiosos puntos, pero se ganó mucho respeto y reconocimiento por parte del equipo. El inglés sabe como de destructivas pueden ser este tipo de controversias.

¿Fueron esos puntos un precio a pagar por mantener la armonía en el campeonato?

"No puedo responder a eso", contestó el británico. "Si pierdo el título, no sé que diremos si es por tres puntos. Pero como dije, quiero ganar de una forma correcta".

Inevitablemente, los tres puntos cedidos fueron el foco de atención, un pensamiento que dio algún quebradero de cabeza a Toto Wolff antes de que se intercambiaran las plazas.

Pero considera también que Bottas no estaba muy lejos – y que la entrega de la cuarta plaza representó una diferencia de seis puntos para Lewis, un margen que puede mostrarse muy importante.

Hay un tercer escenario a tener en cuenta. Si Hamilton se quedase fuera de la lucha por el título por mala suerte, podría ser un duelo entre Bottas y Hamilton. En ese caso los tres puntos se convertirían en muy valiosos no sólo para Valtteri, sino para Mercedes.