Ferrari prepara una nueva suspensión trasera para su F1 2023

Los equipos de la temporada 2023 de Fórmula 1 se han centrado en la aerodinámica, aunque también hay una modificación muy importante en las suspensiones traseras. En Ferrari intentaron amortiguar el 'golpe' en el Gran Premio de Arabia Saudí, aunque cosecharon unos malos resultados que hacen pensar a los tifosi en aquel mal curso de 2020 con el SF-1000.

Está claro que entre todas las predicciones posibles, una victoria no estaba ahí en Yeda, y se abre un mar de preguntas en la escudería de Maranello sobre si es mejor dejar pasar esta campaña y pensar en 2024 o intentar recuperarse con el SF-23.

En la pista, los italianos no pueden permitirse rodar con una altura libre respecto al suelo respecto al coche que se diseñó en la fábrica, y una puesta a punto dos milímetros más alta es suficiente para fastidiar todas las simulaciones hechas en el túnel de viente y el simulador. El monoplaza rojo pierde carga aerodinámica y, por tanto, carece de agarre, lo que lleva a los neumáticos a patinar y a sufrir más degradación, que se extrapola al rendimiento, incluso si el asfalto es poco abrasivo.

Hay quienes sugieren que una nefasta influencia de la normativa TD39, la que se modificó después del Gran Premio de Bélgica para paliar el porpoising, hizo que Ferrari perdiera velocidad, y de ser así, es algo muy grave, puesto que los demás han compensado el aumento de la altura de 15 mm de manera brillante.

Alerón del Ferrari SF-23

La falta de carga aerodinámica llevó a los ingenieros italianos optar por un alerón trasero más cargado en Arabia Saudí, con la paradoja de que en Bahrein llevaron uno más descargado de lo necesario, y en Yeda tenían más resistencia para compensar la carga, todo lo contrario a lo normal en una pista de esas características.

Así, el Ferrari dejó de ser el más rápido en la recta y ganó un poco de rendimiento en curva, algo en lo que brillaba el F1-75, pero pagaron el precio en las peraltadas de alta velocidad, donde es el efecto suelo el que juega un papel clave en el rendimiento de los monoplazas.

Suelo del Ferrari SF-23 en el Gran Premio de Arabia Saudí 2023

El suelo modificado que se probó en los entrenamientos libres quedó aparcado, mientras que los elementos del alerón delantero y el ala monopilón trasero se incluían dentro de las mejoras. Enrico Cardile está convencido de que la deficiencia es de puesta a punto y de la naturaleza aerodinámica, pero el personal del departamento técnico también está trabajando en una modificación de las suspensiones traseras que podrían ayudar a tener un mejor equilibrio.

Se habla de un brazo diferente anclado a la caja de cambios para favorecer el efecto antisquat y evitar que la parte posterior del coche rojo baje en aceleración, manteniendo una altura más estable. En definitiva, en Maranello creen que el SF-23 puede llegar a desbloquear ese potencial que parecían tener, pero necesitan un minucioso trabajo de correlación de datos y un fino ajuste entre la distancia mínima con respecto al suelo, la rigidez de la suspensión y la carga del alerón.

No olvidemos que se han modificado los principios sobre los que se concibió el monoplaza, aunque se mantiene el concepto de los vientres huecos que, quizá, han llegado al límite de su desarrollo, mientras que los pontones que explotan el efecto Coanda tienen más margen de crecimiento.

Recordemos que el Ferrari del año pasado era muy rápido en las curvas y deficiente en las rectas, con mucha carga pero poca eficiencia, mientras que el de esta temporada sucede lo contrario. Incluso con las limitaciones del techo presupuestario se intenta reaccionar a la mala época, e internamente, el director de la escudería, Fred Vasseur, intenta mantener unido un grupo sometido a mucha presión.

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