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Análisis F1: ¿qué le queda a Verstappen para aferrarse a Red Bull?

Horner reconoció en Bahrein que los problemas de Red Bull son muy similares a los del año pasado y que la correlación en el túnel de viento no es buena. Entonces, ¿a qué se puede agarrar Verstappen?

Max Verstappen, Red Bull Racing

Por qué la situación es diferente a la de Monza el año pasado

Al igual que el Gran Premio de Italia en Monza el año pasado, el fin de semana de Bahrein resultó ser un punto bajo para Red Bull, ya que Max Verstappen tuvo que luchar contra los Alpine y Haas durante gran parte de la carrera, aunque logró limitar un poco los daños con un sexto puesto. Monza 2025 fue una clara llamada de atención para el equipo, después de la cual incluso la dirección de desarrollo cambió bastante. "Sí, las actualizaciones que estaban planeadas tuvieron que ajustarse en ciertos puntos", recuerda Verstappen.

El holandés deja claro que la situación es ligeramente diferente en este momento. Sí, los problemas siguen siendo en parte los mismos, pero según él, el mal rendimiento de Bahrein no pone inmediatamente patas arriba toda la configuración de desarrollo.

"No, porque ahora sabemos cuáles son nuestros problemas. En Monza era más bien que no sabíamos dónde estaba y dónde buscar. Ese ya no es el caso ahora, así que esperemos que esta vez traigamos actualizaciones para cambiar el equilibrio".

No obstante, Verstappen reconoce que la situación actual es preocupante: "Bahrein fue muy difícil y, obviamente, esas no son las posiciones por las que queremos estar. Eso está claro". El holandés ve muy necesaria una progresión rápida, aunque sostiene que la urgencia y la gravedad del asunto la sienten ahora todos dentro de Red Bull: "Siempre ha sido así. Sólo que ahora tenemos que tratar de encontrar realmente ese rendimiento y sacarlo. Tiene que haber actualizaciones para cambiar el equilibrio".

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Pero, ¿hasta qué punto pueden ser eficaces esas actualizaciones? Esa pregunta está relacionada con dos aspectos principales que Christian Horner tocó en Bahrein el domingo por la noche: los problemas de equilibrio siguen siendo similares a los de la campaña pasado y la correlación con el túnel de viento tampoco es buena.

A primera vista, ambas cosas parecen problemáticas para el futuro. Así, aunque en Red Bull han dicho que los datos de la pista mandan ahora en el desarrollo del coche, eso no quita que el obsoleto túnel de viento de Milton Keynes sea un hándicap. Porque si el túnel de viento da señales diferentes a la realidad, ¿de dónde saca Verstappen la confianza en que las próximas actualizaciones puedan funcionar?

"Principalmente me agarro al hecho de que ya tienen experiencia con un túnel de viento que no siempre indica completamente cómo se deben hacer las cosas", respondió Verstappen a esa pregunta concreta de Motorsport.com. "Por supuesto, tienen una dirección a seguir que se basa en su experiencia previa con el túnel de viento, en qué dirección ir. El problema es que a veces los pequeños detalles no son perfectos. Y entonces a veces es cuestión de probar las cosas en la pista un poco más".

Sin embargo, el margen de maniobra en ese sentido es limitado en la Fórmula 1 moderna. Por ejemplo, los equipos se enfrentan a un límite de gastos y el tiempo de desarrollo está controlado por el sistema de desventaja aerodinámica. Y probar cosas en la pista fuera de los fines de semana de carreras está totalmente prohibido.

Según Horner, puede que se haya dado el primer paso (comprender los problemas), pero no hay ninguna garantía de que eso vaya a conducir inmediatamente al segundo punto (introducir soluciones eficaces). Por lo que la verdadera pregunta es cómo va a conseguir Red Bull que esas mejoras sean efectivas.

Sin Newey, ¿puede el equipo técnico cambiar las tornas?

Max Verstappen, Red Bull Racing

Esto nos lleva automáticamente al segundo punto.clave Que Horner diga que los problemas son similares a los del año pasado subraya la incapacidad del equipo técnico para solucionarlos el invierno pasado. Y era precisamente ahí donde residían las esperanzas.

Sin embargo, el equipo técnico dirigido por Pierre Waché no lo ha conseguido hasta ahora. "No es tanto fallo y acierto, sino que hasta ahora no es suficiente", reconocía también el propio Verstappen en el paddock de Yeda. "Las diferencias entre el coche del año pasado y el de este año aún no son lo suficientemente grandes como para conseguir realmente tener un equilibrio distinto".

Eso plantea la cuestión de hasta qué punto Verstappen puede seguir confiando en el actual departamento técnico para conseguir un cambio rápido, aunque, por supuesto, nunca podrá responder del todo a esa pregunta: "Al final, al menos para mí, tampoco tiene que ver con la confianza. Simplemente intento sacarlo todo y hacerlo lo mejor posible. Y mira, en 2026, puede ser que entonces lo consigamos todo".

Eso último enlaza con lo que también señaló Horner: el obsoleto túnel de viento no tiene por qué ser un problema insalvable de cara a un nuevo reglamento. Los problemas salen a la luz más cuando se trata de pequeños detalles que de conceptos más amplios, como suele ocurrir al principio de un nuevo ciclo reglamentario.

"Funcionó bien en 2022 y 2023, también con una nueva normativa. Y fue con el mismo túnel de viento", respondió Verstappen. "Al principio de las nuevas regulaciones en 2014, 2015 y 2016, Red Bull también tenía un coche muy bueno, solo que entonces el motor no era bueno".

Pero enlazando esas palabras del holandés, cabe recordar que el propulsor de Red Bull Powertrains es un gran interrogante, y que 2026 será el primer cambio de reglamento en la historia de Red Bull en el que el equipo tendrá que prescindir de Adrian Newey. Y el equipo técnico sin el reputado diseñador británico se ha mostrado hasta ahora incapaz de cambiar las tornas.

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Sin embargo, también llama la atención la calma que mantiene Verstappen en medio de todo este dolor. Incluso después de la última observación -que el equipo técnico actual aún no ha sido capaz de darle la vuelta a las cosas- dice: "Sí, todavía están trabajando en eso. No es aquí donde queremos estar, pero sí, ¿qué puedo hacer? No se puede hacer otra cosa. Puedes empezar a gritar y despotricar lo que quieras, pero eso tampoco te llevará a ninguna parte".

Cuando, tras las palabras de Verstappen sobre 2026 -que todo podría ser diferente para entonces-, surge la pregunta de si le gustaría volver a ser campeón del mundo antes de esa fecha, la respuesta es: "Por supuesto, pero por desgracia no siempre se puede ganar todo."

Eso subraya que Verstappen acepta que simplemente no puede hacer actualmente más de lo que ya está haciendo: tratar de mejorar y maximizar lo que tiene en la pista. Sin embargo, eso no significa que simplemente esté tirando la toalla en Red Bull: "Creo que el piloto siempre quiere estar en el coche más rápido. Eso también es normal. Pero si las cosas no van como quieres un tiempo, no tienes que huir inmediatamente. Intento hacer todo lo posible para ser más competitivo".

El destino no está en manos de Verstappen en este momento. Hace tiempo que identificó los puntos más débiles internamente, incluso cuando ganó carreras a principios del año pasado, pero ahora depende de los ingenieros cumplir. Los problemas de correlación y la incapacidad para solucionar las molestias del invierno pasado no son signos positivos inmediatos para un cambio de rumbo este año. Es por eso que Verstappen dice que no cuenta con hacer lo mismo que McLaren el año pasado, aunque eso no cambia tampoco su estado de ánimo.

Verstappen sabe que siempre se le abrirán puertas antes, durante o después de 2026, si surge la necesidad. Así que, hasta entonces, vale lo dicho: "No siempre se puede ganar todo, por desgracia". En cualquier caso, la presión es más para Red Bull que para Verstappen, que sólo puede hacer lo que está haciendo ya: maximizar con el coche que se le ofrece. Para Imola (donde está previsto el gran paquete de actualización) y Barcelona (intervención de la FIA contra los alerones delanteros flexibles) existe un cierto nivel de esperanza, aunque Verstappen tampoco quiere pensar demasiado en ello: "Veremos por nosotros mismos cuánto importan esas cosas, de nuevo: yo sólo hago lo que puedo".

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