Análisis: descubriendo la superioridad de Ferrari sobre Red Bull en Austria

El fin de semana del Gran Premio de Austria fue una lucha entre Red Bull y Ferrari, donde la sesión de clasificación confirmó la igualdad entre ambas escuderías en la temporada 2022. En la tarde del viernes en Spielberg fueron solo unas milésimas las que separaron a Max Verstappen, Charles Leclerc y Carlos Sainz, en concreto 82 entre este trío de cabeza.

En la carrera al sprint, en los primeros compases, parecía que el neerlandés disfrutaba de un monoplaza algo más rápido, pero en la segunda mitad de la cita, el Cavallino Rampante, especialmente en el monegasco, tenía más velocidad gracias a su gestión de los neumáticos.

Aunque todo se quedó igual después de las 23 vueltas de la sprint, eso fue lo que le otorgó el triunfo al final del domingo en Austria, en la casa de Red Bull, pero con solo una sesión de entrenamientos libres para definir sus reglajes, los equipos no tuvieron mucho tiempo para definir cómo afrontar todas las sesiones.

El rendimiento a una sola vuelta confirmó que todo está muy igualado, y fue eso lo que permitió a Ferrari sacar a relucir las características del diseño del F1-75 para, al menos, ser más agresivos con las gomas Pirelli. En ciertos momentos del fin de semana, un monoplaza tiene que saber resistir la energía que generan los compuestos, y aunque no sufrieron problemas de calentamiento y en los primeros giros de las carreras, fueron claves en el desenlace en el Red Bull Ring.

En la primera mitad de la temporada, prácticamente todos los equipos se quejaron de la tendencia de los coches a subvirar debido a la nueva generación de neumáticos, pero en la parte trasera hay que tener en cuenta que los monoplazas son más nerviosos con los compuestos fríos.

Ese es un fenómeno que se nota más en los giros iniciales, pero con el paso de las vueltas, el tren delantero alcanza la ventana correcta de funcionamiento, y todo se vuelve más equilibrado. Si se mira el fin de semana en Austria, Red Bull sacó provecho de ello en las salidas, además de en la clasificación, pero fue un contratiempo en la carrera principal del domingo.

Ante márgenes tan estrechos, ni siquiera el habitual trabajo de análisis es sencillo, y es que serán las próximas carreras las que confirmen si Ferrari podrá tener ventaja en las gomas de manera constante o si se quedará en un episodio aislado.

Obviamente, está la variable de la pista, así como el juego de Pirelli elegido para los grandes premios y las temperaturas, pero también es el RB18 un factor a tener en cuenta, ya que en Milton Keynes evolucionarán para encontrar lo que les dé el mundial.

Los italianos, por su parte, pudieron comprobar que tenían un mejor ritmo, tanto con medios como con duros, pero en el Gran Premio de Austria, eran el C4 y el C3 los que estaban en la pista, dos juegos muy similares en cuanto a comportamiento y durabilidad.

Los dos compuestos también serán los escogidos para las próximas rondas de Francia y Hungría, pero serán el blando y el medio, por lo que en carrera lo más probable es que uno de ellos sea el neumático de salida y después se pasen al C2.

En el fin de semana de Paul Ricard será interesante evaluar las tandas largas del viernes para reafirmar lo ocurrido en el Red Bull Ring. "Será interesante ver qué ocurre en los dos próximos circuitos", dijo el jefe de Red Bull, Christian Horner, antes de admitir que "en Spielberg, Ferrari fue mejor en cuanto a la degradación".

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