Análisis del videojuego GRID

Los videojuegos de carreras han seguido dos caminos bien marcados en los últimos años. Uno, el de la simulación, enfocado a los más puristas que buscan sentir sensaciones similares a las que los pilotos experimentan en los circuitos. El otro trata de llegar a un público más amplio, de diferentes gustos y que busca simplemente diversión cuando enciende la consola o el PC.

Este nuevo GRID pertenece al segundo, ofreciendo una amplia variedad de coches y habiendo contado con el asesoramiento del bicampeón del mundo de F1 Fernando Alonso.

Si tuviéramos que describir GRID en una sola palabra sería versatilidad. El nuevo título del estudio británico Codemasters se caracteriza por ofrecer múltiples disciplinas del automovilismo, un alto grado de personalización y un modo carrera interesante.

Ya cuando arranquemos por primera vez el juego participaremos en varios eventos que nos darán una primera impresión de lo que cada disciplina nos exigirá. El mayor punto de complejidad del título está en lograr dominar las reacciones de todos y cada uno de los vehículos que conforman cada categoría. No siempre podremos ir con el acelerador a fondo y las reacciones en nuestro volante provocarán situaciones de todo tipo en pista.

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Otro de los aspectos claves del juego es la personalización. Podemos decorar nuestros vehículos con diferentes estilos prefijados, así como desbloquear nuevos a medida que vayamos consiguiendo objetivos. Por supuesto, un requisito imprescindible es ir ganando monedas virtuales a medida que avanzamos para poder comprar nuevos coches o decoraciones más exclusivas.

El modo Carrera, que los creadores han prometido "duplicar" en los próximos meses, se divide por categorías de coches y nos obliga a conseguir, al menos, uno de los tres objetivos que nos propone en cada evento para poder desbloquear los siguientes. Entre las diferentes series encontramos el The Fernando Alonso Challenge, donde iremos enfrentándonos a diferentes rivales hasta llegar al reto final contra Alonso a los mandos del mítico Renault R26 de F1.

En el apartado multijugador echamos de menos algo más de opciones, ya que solo podemos jugar una partida rápida o crear nuestra propia sala. Introducir la opción Clubs como en DIRT 2.0 o DIRT 4 no habría estado de más.

Quizás el punto más interesante de GRID se encuentre en los "más de 400 pilotos" creados para la IA, en palabras del propio Alonso, que contarán con habilidades diferentes y que harán que adelantar sea todo un reto. Nosotros hemos podido experimentar la dificultad de ejecutar adelantamientos limpios, sobre todo en los circuitos urbanos, y la dureza con la que se defienden algunos rivales. Además, Codemasters ha introducido el concepto Némesis, que hará que el piloto al que hemos golpeado al intentar pasar o al que hemos cerrado en algún momento nos ponga en su punto de mira y trate de arruinar nuestra carrera en las siguientes vueltas.

El contenido a nuestra disposición antes del estreno fue holgado en cuanto a coches (más de 60), pero reducido en cuanto escenarios, ya que solo cuenta con 12 circuitos, entre los que destacan algunos ficticios entre las calles de Barcelona o La Habana. Las categorías de coches son siete, de turismos hasta la llamada Fórmula J.

Aunque las gráficas lucen bien en el cuerpo a cuerpo, dejando al aire los daños que vamos sufriendo con las numerosas escaramuzas a los que nos enfrentamos en cada carrera, los retrovisores y la calidad de los vehículos según se van alejando es muy mejorable.

GRID está disponible desde el 11 de octubre para Play Station 4, Xbox One y PC/Steam.

Conclusión, nota: 8,5

Nos encontramos ante uno de los juegos del género del año. Su variabilidad de coches y categorías y su agradable modo de conducción van a atraer a un gran público. No es una revolución, pero nos devuelve conceptos que parecían olvidados en los últimos años. El espectáculo y los derrapes priman por encima de todo. Como puntos a mejorar destacan el reducido número de circuitos y el modo online, algo limitado. GRID está de vuelta y pone a prueba nuestra capacidad de adaptación en pista.

El trailer