Análisis: MotoGP 18, un juego para disfrutar de camino al Mundial

Tras dos años en que el atractivo de comprar el videojuego oficial de MotoGP residía en 2016 en ser la edición especial de Valentino Rossi o las importantes novedades en la parrilla que hubo el curso pasado, los pocos cambios en este sentido en 2018 y la única incorporación del circuito de Tailandia al calendario, hacen que el reto de Milestone por hacer de MotoGP18 una versión que los usuarios compren fuese notable.

El estudio italiano ha hecho un avance una vez más en cuanto a gráficos y jugabilidad, gracias al sistema de escaneado de cada uno de los circuitos del Mundial a través de drones y al motor Unreal Engine 4. 

El jugador cuenta con más opciones de ajustes en la moto, pudiendo llegar a sentirse como si estuviera dentro del propio box. Así, se incorpora un nuevo sistema de gestión de neumáticos y puesta a punto. Quizás, se echa en falta tener más opciones de jugar con la aerodinámica que tanto protagonismo está ganando en los últimos tiempos. Además, el nivel de dificultad ha sido mejorado y ahora se podrá establecer por porcentajes, de modo que cualquier aumento o disminución será más gradual. 

Junto a los tradicionales modos de fin de semana o contrarreloj, llega el renovado modo Carrera, que te permite convertirte en un verdadero piloto y ascender desde la categoría de promoción Red Bull Rookies Cup hasta MotoGP, donde el protagonismo del desarrollo de la puesta a punto gana protagonismo.

Por supuesto, otra de las facetas en las que destaca MotoGP18 es en los eSports. Se podrá participar de nuevo en el campeonato organizado por Dorna desde PlayStation 4, Xbox One y PC. Además, Milestone ha incorporado un nuevo modo Espectador para facilitar el seguimiento de las carreras online.  

El número de desafíos (“Challenges”) ha pasado a ser de ocho, arrancando el próximo 18 de julio, con dos semifinales presenciales (Misano, 7 de septiembre, y Madrid, 2 de noviembre) y con la gran final en Valencia durante el último Gran Premio de MotoGP a mediados de noviembre, con un BMW M240i Coupé como premio para el ganador.

Una de las claves de los títulos de MotoGP es la dificultad. El videojuego del campeonato oficial de motociclismo exige echarle horas para exprimir todo su potencial, pero sin duda conforme se adquiere experiencia, se disfruta más.

Por otra parte, la principal critica que se puede hacer a Milestone es la lentitud en la carga de cada carrera, algo que confiamos que puedan pulir en próximas actualizaciones y que viene siendo habitual en otros títulos de los de Milán. Aunque el entorno ha mejorado y todo parece más claro, en un mundo donde las motos superan los 350 km/h, en ocasiones resulta desesperante pasar de una pantalla a otra. Todo sea por convertirse en campeón del mundo. 

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