Torrallardona: "Para ganar a los Kamaz tiene que salir todo de cara"
El copiloto español de Gerard de Rooy terminó su 11º Dakar dentro del podio, pero con el amargo sabor de saber que podían haber luchado por reeditar la victoria de 2016 y se les escapó de entre los dedos.
Moi Torrallardona, Team de Rooy
Team de Rooy
Para Moisés Torrallardona llegar a meta del Dakar es algo a lo que está acostumbrado –10 de 11 participaciones–, pero el copiloto de Manresa se va de esta 39ª edición con una espina clavada. Su Iveco patrocinado por Petronas acaricio la victoria, iba a ser la segunda consecutiva tras el éxito de 2016, pero la flota rusa de Kamaz formó filas para evitarlo.
Ante el poderío de los camiones azules es complicado responder. Finalmente, De Rooy-Torrallardona-Rodewald entraron en el podio a 48 minutos de los ganadores, con el otro Iveco Powerstar de Villagra-Yacopini-Torlaschi en cuarto lugar. Pero Torrallardona confiesa a Motorsport.com en el vivac de Río Cuarto que lo tuvieron en la mano y fallaron camino de San Juan.
-11 Dakares y 10 en meta. ¿Cómo ha vivido este de 2017?
Ha sido un Dakar diferente desde los africanos que he vivido, ha sido muy duro a pesar de no haber hecho muchas especiales. Han sido días muy, muy largos; pasar del frío al calor y la altura… El estar luchando ahí delante con la primera semana en la que les teníamos contra las cuerdas… El tercer puesto es bueno, pero había momentos que lo vimos cerca.
-¿Era posible ganar a la flota de los Kamaz?
Tienes que tener todo de cara, te tiene que salir todo bien. El año pasado lo conseguimos, esta es la prueba, peo repetir dos años sería demasiado. Es verdad que estadísticamente y con el potencial y la inversión que ellos tienen es un David contra Goliath.
-¿Cuál fue el momento más duro de estos 12 días?
Para mí el más duro fue la etapa Chilecito-San Juan que es donde teníamos que haber dado el golpe y no pudimos. Más que todos los problemas meteorológicos. Los peores efectos son los psíquicos, no los físicos
-¿Cómo es el día a día en el equipo?
Va muy bien. Creo que el equipo me cuida mucho. He estado muchas veces aquí, siempre había otros españoles, pero ahora estoy solo y todo el mundo habla holandés. Pero están pendientes de mí y hay mucha confianza.
-¿Ya piensa en 2018?
De momento hay que desconectar un poco, reflexionar y empezar a trabajar para el año que viene. No puedes dormirte porque todo evoluciona rápido. A la máquina hay que sacarle un poco más de jugo.
-¿Se perdió el Dakar camino de San Juan?
Es una suma de cosas. El Dakar no se pierde o se gana en una etapa. En la tercera etapa perdimos media hora porque nos fallaba el hinchado y deshinchado y nos veíamos fuera de carrera completamente. Luego en una etapa con la navegación y con el pilotaje de Gerard les metimos media hora a todos y nos pusimos líderes. Luego ellos nos empezaron a rascar minutos apretando con los cuatro camiones que tienen y nosotros queríamos dar la puntilla en Chilecito-San Juan, que era la decisiva tras la suspensión de la Super Belen, y no pudo ser.
-¿Han sido determinantes los nuevos Way Points?
Determinantes no, porque todos hemos tenido que hacerlos. Pero sí que es mucho, mucho más complicada la navegación y hay una parte de suerte también según estén puestos. Pero hay que aceptarlo tal como es porque ha sido igual para todos.
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