La nueva aventura de Calleja: objetivo Dakar 2019

Para Jesús Calleja (Fresno de la Vega, León, 1965) el motor y el off road son la guinda del pastel que cocina durante cada año en sus aventuras televisivas por medio planeta. El aventurero leonés no pudo completar el pasado enero ese reto que aún se le resiste, por encima de sus grandes exploraciones de ocho miles y simas inhóspitas bajo tierra: acabar el Dakar.

Tras encadenar varios días de problemas mecánicos y penurias, Calleja y su copiloto, Jaume Aregall, abandonaron en la séptima etapa, camino de Uyuni (Bolivia), tras pasar 41º en el km 97, por una rotura la caja de cambios de su Proto Jaton Racing. En su anterior participación, 2011, también tuvo que retirarse en la 11ª etapa. Pero el televisivo montañero no va a cesar en su intento: volverá en 2019 con uno de los mejores equipos posibles, Overdrive.

En la Baja Aragón, donde está rodeado de gente que le sigue programa a programa y donde disfruta como nunca en su sexta participación, Calleja cuenta a Motorsport.com cómo ha surgido esta oportunidad de subirse a bordo de una Toyota Hilux.

"Pues mira, porque acabé el Dakar con mucha rabia porque lo hicimos muy bien. Teníamos un coche de 200 CV, quizás el menos potente que había, o de los menos, y conseguimos pasar las dunas de Perú, que fueron terroríficas, y llegamos a estar 34º en la general. Nos dio mucha rabia romper la caja de cambios en la etapa Maratón; era imposible desmontarla y te da una rabia enorme dejar una prueba por una avería mecánica", recuerda con esa gracia que le caracteriza.

"Es lo que se repite cuando llevas un coche que no reúne las mejores condiciones por tu presupuesto. Aquí [en Overdrive] ya no es solo el coche, es el equipo, la estructura, cómo funciona todo. Es muy difícil que estos coches tengan una avería, por no decir casi imposible. Tengo la satisfacción de que voy a estar en un coche que sé que no te va a fallar. Si todo funciona y corre… ahora vamos a saber realmente qué posición ocupo".

A la pregunta de si su amigo Nasser Al Attiyah –al que ayudó en Abu Dhabi el año pasado y que no olvidará nunca aquella mano tendida en mitad del desierto– le ha allanado el camino con Overdrive [encargados de la logística de Toyota South Africa, el equipo oficial de la marca japonesa en raids], responde: "Yo creo que me abrió un poco al mundo. Conocí a Jordi [team manager de Overdrive], conocí a gente del equipo al estar con él. Nos vimos en Abu Dhabi, en Marruecos y de nuevo en el Dakar. Hice una cierta cercanía con Jean-Marc Fortin, el dueño, y la verdad es que ha funcionado y he podido acceder a él".

De momento, como aperitivo, el leonés fue 14º en la general, completando su mejor resultado de siempre en la Baja Aragón. Calleja reconoce que cuando vio las alfombras rojas de Overdrive no se atrevió a pasar: "Pero era de verdad, el sueño se cumple. Alucinamos con el coche, con el equipo... A un piloto malo como yo le hacen uno decente con un coche como estos a poco que hagas".

"A mí me encanta estar aquí en la Baja. Este año gracias a los sponsor puedo tener un pepinazo, un pata negra, un Overdrive. Solo pude entrenar unas horas [en Masia Pelarda] y me he ido haciendo a él a medida que avanzaban las etapas", añade.

"El Dakar en mi vida ocupa una parte importante"

Calleja ha vivido situaciones extremas como pocos, como aquella vez que se quedó atrapado a 1.640 metros bajo tierra durante 10 días en la sima Krúbera-Voronya (Abjasia, Georgia). Pero para él el Dakar represente "una parte importante" de su vida.  

"Para que te hagas una idea, lo hago porque me gusta. No estoy rodando ningún programa de televisión, que es lo habitual. Lo hago porque es algo que en mi vida ocupa una parte importante, me gusta la competición en todas sus expresiones y cualquier cosa de aventura que hago me gusta que sea lo más radical. Este es el rally más radical y quiero hacerlo y poder completarlo", comenta.

"Esto es sufrimiento con mucho placer. No llegas al nivel de escalar una montaña de 8.000 metros o quedarte atrapado en una sima. Ahí estamos hablando de palabras mayores donde pones al límite al cuerpo y puedes morir. Aquí no, si estás muy cansado, te paras y abandonas. Es duro, es físico, hay que venir entrenado, es más duro de lo que yo pensaba, pero no es comparable".

Para el Dakar 2019, el primero de la historia que solo recorrerá un país, Perú, Calleja no tendrá tiempo de prepararse tan intensamente como en 2017 por su carga de trabajo estos meses. No obstante, hará "dos días de test en dunas en Marruecos" para adaptarse a su nueva montura en arena.

“Tengo muchas ganas de volver a Perú porque las dunas son bestiales, porque me encantan y todos los que las hicieron las calificaron como las más bestias de toda la historia del Dakar, no solo del periodo sudamericano. Y eso me gusta. Mayor dureza, más me gusta".

Las mejores fotos de Jesús Calleja en la Baja Aragón 2018:

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