Coma: "Hoy era un día para abandonar, así que contentos"

Neom (Arabia Saudí).- Llegan sudorosos, polvorientos y con la mirada cansada, pero contentos a pesar de todo. La dura experiencia que Fernando Alonso y Marc Coma han vivido este lunes, camino de Neom, es parte del Dakar y muestra la complejidad de una carrera que no concede treguas.

Los españoles arrancaron su rueda delantera izquierda en una zanja en el km 160, después de verse envueltos por el polvo del Hilux de Erik Van Loon, que salía un minuto por delante. Cegados por ello, no pudieron prever el impacto que destrozó también los brazos de la suspensión delantera.

Después de 2h30 de reparaciones, lograron reanudar la marcha y acabar la etapa, de 367 km cronometrados. Aunque en la general están a 2h38:53 (48º), Coma dejó claro que fue una de esas jornadas en las que lo normal hubiera sido abandonar el rally.

"Estábamos yendo muy bien, nos sentíamos muy cómodos, la navegación y el ritmo de Fernando estaban yendo de forma muy natural. En el km 50 hemos atrapado al que salía delante y en un momento se ha juntado su polvo con el de unas motos, lo que nos ha privado de visión y hemos golpeado una zanja que nos ha hecho perder la rueda", explicó el incidente el copiloto catalán, cinco veces ganador del Dakar.

"Cuando hemos arrancado la rueda, se ha quedado 30 metros atrás. Hemos tenido que cambiar el triángulo de la dirección, el palier, la barra de la dirección… hemos estado dos horas trabajando allí y al final hemos podido salir. Era un día para quedarse fuera de carrera y hemos podido salvarlo, así que contentos".

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Coma deja claro que tanto Alonso como él tuvieron que poner el máximo de su parte para superar el incidente y reparar toda la zona delantera izquierda, llegando a cortar los frenos delanteros para ello.

"Pensábamos que se acababa el rally ahí. Hemos tenido que poner todo de nuestra parte porque si no, no salíamos de allí. Hemos arrimado el hombro, hemos remado juntos y lo hemos conseguido. Por suerte todo ha ido encajando bien, sin freno delantero, y con el triángulo de repuesto, que es más flojo, lo que nos ha obligado a ir más despacio".

"La carrera es así, tiene momentos duros, la etapa estaba yendo perfecta y la realidad es que nos ha tocado vivir esto. Queda una carrera muy larga, a pesar de que para nosotros ha cambiado, pero hay que continuar hacia adelante, siendo sólidos y recuperar día a día. Solo es el día 2".

Coma sabe lo que el Dakar da y quita, y sin duda su experiencia está ayudando día tras día a un Fernando Alonso que ya sabía a lo que venía y que se mostró tranquilo este lunes. Aún tienen tiempo para brillar entre los touaregs y los camellos del desierto de Arabia.