La odisea de 43 horas de Juvanteny, Criado y González
Los componentes del KH-7 Epsilon Team #528 siguen en carrera tras quedar atrapados, desde el viernes y hasta la madrugada del domingo, en el tramo especial de Tupiza a Oruro, a más de 4.000 metros de altura.
#528 Epsilon Man: Jordi Juvanteny, José Luis Criado, Enric González
Fotop
La Paz (Bolivia).- Si el Dakar habitualmente tiene historias de superación, de penurias y de logros humanos inesperados, la de Jordi Juvanteny, José Luis Criado y Enric González en esta edición se incluye entre las más destacadas. Tras salir a las 9.30 de la mañana del viernes camino del primer tramo cronometrado de 250 kilómetros, llegaron a las 4.30 de la madrugada de este domingo a La Paz.
Tras 43 horas entraban en el vivac agotados. Somnolientos. Pero con la ilusión de continuar en la carrera más dura del mundo a pesar de todo.
La odisea comenzó en el kilómetro 60 de la especial entre Tupiza y Oruro, donde tres camiones se habían quedado atrapados y los españoles les ayudaron a salir. “Perdimos tres horas y media, pero al cabo de otros 10 km, otro camión estaba atrapado, empezaba a llover y cada vez se complicaba más todo”, aseguraba a Motorsport.com Juvanteny en el vivac de La Paz.
En el kilometro 117,48, así de preciso lo explica José Luis Criado, copiloto de Juvanteny, su camión quedó empanzado. “La organización nos dijo que nos enviaba un camión Balai para sacarnos, pero se quedó atrapado tres kilómetros antes de nuestra posición”, cuenta el piloto catalán. “Después de ocho horas de trabajar duro a 4.060 metros de altitud con palas, con barro… sacamos nuestro camión y el de asistencia [que también se quedó atrapado]. El esfuerzo tiene su recompensa”.
Fue el propio Juvanteny quien manejó la pala mecánica que les sacó del barro, levantado su camión y el de asistencia “como una pluma”.
Después, retrocedieron para ayudar al camión Balai de la organización.
Y a partir de ahí comenzó la segunda parte de la odisea: terminar la etapa un día después “con la pista llena de agua hasta arriba”. “La suerte es que estemos aquí”, se congratulaba Juvanteny.
“Nos dieron un montón de oxígeno, a mi particularmente porque estoy constipado. Hacía un kilómetro y me cansaba. Lo logramos echándole mucho corazón y poniéndole toda la ilusión a esta carrera, que es lo que hay que tener para sacar esto adelante”, relata su experiencia José Luis Criado.
No obstante, estos veteranos del Dakar no se rinden. “La idea es luchar por la categoría de producción. Nosotros somos gente competitiva y no queríamos quedar fuera de la carrera. Tras llegar a las 4.30 lo primero que hice a las 9.15 al despertarme fue ir al PCO y me encontré con Coma y Lavigne y nos han felicitado, que seguíamos en carrera y que gracias por la odisea”, relataba Criado.
Sobre si esta es la peor experiencia que recuerda en los 27 Dakares en los que ha participado –es el más veterano de los españoles–, Criado afirmaba: “Hace dos años también tuvimos una parecida a esta, y en África muchísimas más. No ha sido la más gorda, pero está en el Top 10”.
“Tenemos dos 6x6 delante. Pero les puede ocurrir cosas a ellos también, y hasta el rabo todo es toro. Somos muy regulares. No descarto en absoluto clasificarnos lo mejor posible y ganar en producción”. La hazaña 43 horas después es que los tres pilotos del KH-7 Epsilon Team sigan teniendo ganas de competir, ganas de ganar en el rally más duro del mundo.
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