De Rooy sufre por la COVID-19 y reduce su equipo del Dakar

Gerard de Rooy y los suyos no están atravesando por una situación cómoda ante la pandemia por COVID-19. La empresa del holandés se ha visto obligada a recortar su inversión en el equipo de rallies y el piloto no volverá a subirse al Iveco Powerstars por el momento. 

En la pasada edición del Dakar fueron con cinco vehículos y el mejor resultado fue el de Janus Van Kasteren, que acabó 6º. El andorrano Albert Llovera terminó 15º. De los cinco vehículos, tres se han puesto en venta para paliar la falta de ingresos de estos meses. 

"Esto ha golpeado a nuestra compañía y a nuestros socios muy duro, y nos ha obligado a ajustar drásticamente los planes para el futuro próximo. En circunstancias normales, habríamos empezado el Dakar 2021 con cinco camiones. Pero la crisis del coronavirus está creando demasiada incertidumbre, no solo en cuanto a eventos, sino también a nivel financiero y comercial. Hemos tenido que establecer nuestras prioridades y tomar decisiones", comentó De Rooy en un comunicado.

El piloto holandés, dos veces ganador de la prueba (2016 y 2012), se ausentó de la edición 2020 por problemas de espalda, aunque siguió dirigiendo la estructura en Arabia Saudí. 

"Me gustaría seguir activo en la organización y apoyarles. El equipo y yo mismo tenemos mucho conocimiento y experiencia y no queremos desperdiciarlo", añade.

De hecho, De Rooy ofrece servicio y mantenimiento, además de organizar la participación en diferentes rallies, para quienes compren los vehículos. 

No obstante, los motores siguen siendo propiedad del Team De Rooy y serán alquilados al comprador. En las últimas semanas, uno de los Powerstar se vendió al equipo Firemen Rally Team.

"Quedarnos con dos unidades nos permite abrir una puerta a largo plazo, no dejaremos de existir, solo hemos adelgazado y ya estamos hablando con varios pilotos para los próximos meses", concluye el holandés. 

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