El coraje de lo imposible: de no caminar, a correr el Dakar

Axel Alletru se quedó paralítico con 20 años en el Mundial de Motocross, le dijeron que nunca volvería a caminar y en este Dakar está en el top 10 de SSV.

Riad (Arabia Saudí).- Creer que lo imposible se puede conseguir con el tesón y el trabajo diario. Soñar que la peor de las desgracias se puede transformar en una nueva oportunidad. Pensar que dar un solo paso te llevará a recorrer un kilómetro completo, aunque los especialistas te dijeran que nunca más volverías a experimentar las sensaciones de poder caminar. Axel Alletru (Lille, 1990) es el protagonista de una historia que emociona.

26 de junio de 2010. Tenía 20 años y toda la vida por delante. Era la joven promesa del motocross francés y había dado el salto al Mundial de MX2 con el equipo Jacky Martens KTM. Pero el GP de Letonia le cambió la vida en apenas un segundo. Una caída le provoca una lesión medular y los doctores le dicen que nunca más volverá a caminar.

Pero él no conocía el significado de la palabra imposible y se aferró a las más pequeñas esperanzas que pudo. Lo cierto es que el intenso trabajo que completó siete días a la semana de manera intensiva tuvo gran parte de culpa.

"Fue hace 10 años. El 26 de junio de 2010 en el Mundial de Motocross. Me caí y perdí la sensibilidad de mis piernas en ese mismo momento. Fue realmente duro porque estaba al comienzo de mi carrera y mi objetivo era ganar alguna vez el Mundial. Todo cambió en un segundo. Mi vida cambió, después hablé con los doctores y me dijeron que nunca más caminaría. Cuando alguien te dice eso es realmente complicado aceptar la situación", cuenta a Motorsport.com.

"Empecé a recuperarme durante dos años y después de este tiempo, pude empezar a caminar con un aparato ortopédico en mi tobillo. Puedo andar un kilometro más o menos. Para ahorrar energía tengo que ir en mi silla de ruedas, pero puedo caminar. Fue una gran victoria para mí el conseguirlo".

"Fue un programa de siete días a la semana trabajando. Fue muy duro, porque no sabes si volverás a caminar y trabajas, pero con la incertidumbre de si servirá para algo. Es complicado mantenerte fuerte mentalmente y ver si es posible conseguirlo o si tienes que aceptarlo y quedarte con la silla de ruedas. Tuve suerte de tener a mi familia a mi lado y a todos los que me ayudaron a mantener esta positividad todos los días".

A partir de entonces se dedicó a la natación. Ganó 12 títulos nacionales en Francia, uno de campeón de Europa y compitió en los Juegos Paralímpicos de Río. Pero el deporte de motor le seguía llamando, era la pasión de su familia y la suya. Tocaba mover ficha.

"Al principio, mi vida estaba en el mundo del motor y al final tenía ganas de volver a mi hobby. La natación fue guay, pero quería competir contra el resto del mundo y fue un sueño hecho realidad volver a competir con algunos amigos. Mi familia sigue mis sueños. Mi padre corrió en motocross y creen en mí. Ellos me animaron a hacerlo", explica el francés.

Su debut en el Dakar ha sido a los mandos de un SSV Can-Am X3 del equipo BBR Mercier Racing y con el lema #JePeux2020 (Yo puedo 2020), pero Alletru no se ha conformado con simplemente participar, es séptimo en la general, a 49 minutos del top 5. Para poder afrontar su nuevo desafío, cuenta con unos pedales adaptados con los que acelerar y frenar. De hecho, le hemos visto conduciendo una moto de baja cilindrada por el vivac sin ningún problema.

"Es como un sueño. Antes de mi accidente era piloto profesional y correr el Dakar en moto era un sueño. No era posible tras mi accidente. Llevo dos años trabajando en este proyecto y finalmente encontramos los socios necesarios para este sueño. Corro con mi propio equipo, #JePeux2020... es un mensaje para todo el mundo, para los discapacitados, para la gente sin problemas, es un mensaje importante porque creo que todo el mundo puede hacer realidad sus sueños y perseguirlos, como yo en este Dakar", cuenta.

"Tengo pedales especiales, así puedo conducir con mis piernas, pero son como pedales de moto. Pongo el pie en este pedal especial y lo encajo. Para mi pie izquierdo tengo un gran pedal, porque no siento las piernas y necesito una adaptación especial. Además, tengo un asiento especial para mi espalda y demás. Mi fisioterapeuta es clave cada día después de la etapa".

Alletru sufrió, creyó, luchó y consiguió llevar la contraria a la realidad médica. El poder de la voluntad lo es todo.