El sueño inesperado de José Luis Peña, campeón del mundo de Cross Country
José Luis Peña, que logró colarse en el top 5 final absoluto de la Copa del Mundo FIA y ganar la categoría SxS, cuenta a Motorsport.com su aventura.
Nadie le habría dicho a José Luis Peña (Renedo, 1960) que un día sería campeón del mundo FIA de Cross Country. Ni siquiera sus hermanos, con los que comenzó a salir en quad camino de Potes. Pero el empresario cántabro hizo realidad lo imposible el pasado 27 de octubre en Portugal. Algo que solo había logrado antes otro español, pero en la general: Carlos Sainz, con Michel Périn en 2007 (Volkswagen).
Peña debutó en el Dakar el pasado enero, completándolo en cuarto lugar de la categoría SxS, a solo cuatro minutos del podio de su compañero en Xtreme Plus, el francés Claude Fornier. Y en un principio, este 2018 solo le iba a deparar la cita de Abu Dhabi de la Copa del Mundo FIA de Cross Country. Pero Rafa Tornabell, su copiloto, y el equipo le animaron a seguir sumando experiencia y se encontró en verano luchando por el campeonato con su Polaris RZR 1000.
"La verdad es que nuestra idea no era hacer el campeonato completo y luchar por él. Después del Dakar –donde nos encontramos muy a gusto los dos–, Rafa me dijo que no dejara de competir y que hiciera Abu Dhabi que era todo dunas. Fuimos allí, ganamos y ya que estaban ahí los coches, hicimos Qatar e hicimos segundos, poniéndonos líderes del campeonato. Luego Kazajistán, donde volvimos a ser segundos... Las hicimos todas y la verdad es que al principio se disfrutó mucho y lo pasábamos muy bien, pero en las últimas dos o tres la obligación era ganar y finiquitar el campeonato y la presión te puede", reconoce Peña a Motorsport.com.
"Dentro de la afición que tengo y lo que me gusta, pasas a tener el miedo de no acabar, o de no cumplir, y eso no hace más que darte vueltas por la cabeza. Pero al final merece la pena el esfuerzo".
Peña y Tornabell no solo ganaron su categoría, sino que se colaron en el top 5 de la general del campeonato, por detrás de los Jakub Przygonski (MINI X-Raid), Martin Prokop (Ford), Vladimir Vasilyev (MINI X-Raid y Toyota Overdrive) y Nasser Al Attiyah (Toyota Overdrive).
"Los últimos 20 km del primer día fueron totalmente horribles. Perdimos bastantes minutos y probablemente habríamos salido emparejados con Santi [Navarro] de esa especial y se hubiera puesto bastante nervioso por sentirnos tan cerca o incluso por delante. El sábado eran dos especiales largas y aunque siempre Portugal es muy rápida, este año tenía muchas trampas", cuenta Peña las vicisitudes de la Baja Portalegre, última cita de la temporada.
"Sales con 18 minutos de desventaja y piensas que está todo hecho, porque Santi es rápido y no pensaba que fuese a cometer un error. En el km 37 le encontramos volcado en una cuneta, les preguntamos cómo estaban y seguimos. Sabíamos que cuando les pusiesen rectos, volverían al ataque. La tensión me atenazaba de tal manera que tuvimos tres sustos importantes. Y al final nos dijeron que se habían retirado. Fue un campeonato muy disputado por parte de los dos equipos y que al final se ha decidido en los últimos 100 km, eso es lo que hace grande al automovilismo, que hasta que no cruzas la meta, no hay nada escrito".
Peña asegura que el peor momento del año lo vivieron en el Rally de Marruecos, tradicionalmente la prueba previa definitiva para los pilotos de arriba antes del Dakar. Allí, Tornabell tuvo problemas de salud y los cinco días de competición se volvieron un suplicio para ambos.
"Ahí creíamos que íbamos a finiquitar el campeonato. Pero los problemas físicos de Rafa, con varios cólicos nefríticos, le hicieron sufrir mucho, se nos hizo muy complicado acabar cada día. En condiciones normales, creo que habríamos ganado muy sobrados, porque acabamos a 20 minutos de Navarro-López, pero tuvimos un vuelco al final tras haberle recortado todo el tiempo. Fue un momento difícil, porque se nos escapaba totalmente. Quedaba Portugal y ahí nos lo jugábamos a una sola carta".
Los inicios
Para Peña, todo comenzó con sus hermanos, con quienes se iba los fines de semana en quad desde Santander hasta Potes a primera hora de la mañana. A partir de eso, el cántabro se encaprichó con el Polaris RZR y decidió comprárselo, volcándolo "un par de veces" y divirtiéndose de lo lindo. Luego, en 2014, llegaría el RZR 1.000, que compró en Asturias. Allí, el dueño del concesionario le animó a ir a la Buggy Challenge en Valencia y esa fue la chispa que detonó el cartucho de la competición.
Pero en agosto de 2015, uno de sus dos hermanos fallece y el vacío hace que Peña no quiera competir en la Baja Burgos con el equipo de Sami Plaza y Jordi Abril. No tiene ánimos y su máximo apoyo en el mundillo de los raids se ha marchado. No obstante, su familia le anima y finalmente hará dicha prueba junto a Guadalajara y Ammería, acabando 5º de su categoría.
En 2016 repetirá, esta vez con la unidad turbo, y acabará tercero el Nacional. En 2017 comenzó con el atmosférico y estuvo de líder hasta la última etapa del Rally de Cuenca. Pero allí perdió el campeonato en una mala rodada, donde volcó y rompió una rueda de atrás.
En ese verano conoció a Rafa Tornabell gracias a unos días de entrenamiento en dunas con el equipo Xtreme Plus y desde entonces han sido inseparables. El experimentado copiloto de Granollers le inició aquel día de verano en Marruecos en las dunas y juntos sufrieron y disfrutaron el Dakar del 40 aniversario.
"Había ido dos veces a Argentina y a Chile a seguir el Dakar como aficionado, a verlos pasar desde las 7 de la mañana hasta la noche viéndoles pasar por las dunas. En 2017 fui dentro de un equipo como asistencia y ya viví el sufrimiento, el cenar en el vivac con todos los pilotos, el conocer a unos y otros. En 2018, después de lo de mi hermano, me dije "Si puedes hacerlo hoy, hazlo, porque no sabes si mañana lo podrás hacer. Vive el presente y si puedes hacerlo, hazlo", apunta Peña.
"Una cosa ha ido moviendo otra y lo que empezó como una afición, pues resulta que al final me ha llevado a ser campeón del mundo, aunque todavía no lo digiero muy bien. No era mi meta. Mi sueño era hacer el Dakar y seguir haciendo carreras, pero no disputar campeonatos para ganarlos. Es un sueño hecho realidad. El hecho de haber ido haciendo carreras por estar en buenas posiciones y llegar a ser campeón, es una satisfacción enorme. Me he demostrado que soy capaz cuando estás rodeado de un gran equipo y de un gran profesional como el que he tenido a mi derecha. Aquí es tan importante el piloto como el copiloto. Y Rafa es un profesional como la copa de un pino, que no hace falta que yo lo diga".
Un apoyo único
La voz de Peña se emociona cuando habla de su mujer, Balbi. El cántabro asegura que sin ella nada de esto habría sido posible y que el apoyo que ha recibido durante estos meses de viaje, trabajo intenso y aventuras ha sido único.
"Mi mujer Balbi... es importante, muy importante. A parte de dejarme correr al principio en el Campeonato de España, luego cuando quise ir al Dakar, me puso el divorcio encima de la mesa", bromea Peña. "Ahora me ha acompañado a todas las carreras y ha sido un apoyo incalculable. Si ella no estuviera, probablemente yo no estaría corriendo".
Aunque estas Navidades, serán más tranquilas en casa de los Peña. El empresario deja claro que no volverá al Dakar, pero no descarta regresar para 2020, cuando Polaris haya perfeccionado su RZR turbo.
"Cuando lo acabé dije que no volvía, pero a medida que pasa el tiempo te das cuenta de que merece la pena el esfuerzo y el sacrificio de esos 14 días. Te engancha. Pero este año me gusta Polaris, el equipo Xtreme Plus y me gustaría que tuviéramos una máquina para poder competir y no la tenemos. El Polaris Turbo no es competitivo, ahora están los Can-Am a tope. Mi idea no es ir a ganar, pero sí llevar un coche que te permita no sufrir más de lo normal y disfrutar", concluye.
Las mejores fotos de de Peña-Tornabell en la Copa del Mundo FIA de Cross Country 2018:
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