Escapes falsos
Incluir en los coches tubos de escape falsos se ha convertido en una moda polémica. Y tanto las marcas generalistas como las premium los están empleando.
Un ejemplo es el Audi S6 de la foto, que tiene dos salidas tapadas por un plástico, mientras que las reales están justo detrás, apuntando hacia el suelo.
Sonidos mecánicos falsos
Con motores cada vez más pequeños, ¿cómo podemos conseguir un sonido mecánico convincente? Generándolo de forma artificial, a través de los altavoces del coche.
Recordamos especialmente el sistema R-Sound Effect de Renault que, en el Clio R.S. Trophy, permitía elegir entre varios sonidos que se difundían en el habitáculo. El conductor podía elegir entre las 'melodías' de un Alpine A110 clásico, una Harley-Davidson, un Clio V6, un Nissan GT-R o incluso un platillo volante.
Otros fabricantes utilizan sonidos sintetizados que varían en función de las revoluciones del motor. Otros sistemas complejos, como el de Audi, usan frecuencias para simular el ruido: es el caso del SQ5 diesel, que simula un propulsor V8.
Con la llegada del coche eléctrico, ¿quién sabe lo que nos espera? Algunos fabricantes están reclutando a grandes nombres de la música (Hans Zimmer para BMW) con el fin de crear la 'banda sonora' del automóvil del futuro, pero no nos sorprendería ver un día un urbano eléctrico emitiendo un sonido V12...
Acabados deportivos con motores normales
Desde hace varios años, los fabricantes alemanes premium ofrecen acabados deportivos, con los nombres de departamentos legendarios, pero con motores normales. Una tendencia que se ha extendido en la actualidad por casi todas las marcas. Claro, es una solución que funciona comercialmente y que sirve para vender coches algo más caros, lo que aumenta los beneficios de las marcas.
En algunos casos, la situación es sangrante porque apenas se distingue un vehículo potente de otro que no lo es.
Nombres poco claros
Hubo un tiempo en el que la inscripción de la zaga de un coche tenía un significado real. Por ejemplo, sabíamos que cuando nos cruzábamos con un BMW 330i, era obviamente un Serie 3 con un motor de gasolina de 3,0 litros.
Como ahora los propulsores tienen una cilindrada muy baja, esas denominaciones se han 'trucado', con el fin de esconder mecánicas de cuatro o de incluso tres cilindros. Esta foto de un Audi es un claro ejemplo de no decir prácticamente nada con un nombre.
Manejo de la climatización mediante una pantalla
En la actualidad, la pantalla central de un coche aglutina multitud de funciones, incluso el manejo de la climatización. Por un lado, estos monitores simplifican y 'limpian' los interiores, pero por otro, generan más distracciones al volante porque hay que moverse por submenús.
El ejemplo más extremo es Tesla, que renuncia a botones físicos. Pero cuando estás conduciendo y de repente te encuentras con una espesa niebla, es mejor haber leído las instrucciones de antemano o tardarás mucho activar las luces...
Sin rueda de repuesto
Si estás conduciendo un modelo nuevo y tienes la mala suerte de pinchar, no busques una rueda de repuesto, porque probablemente tu coche no la tenga.
Algunas marcas emplean de serie neumáticos run-flat, pero otras argumentan que la mayoría de sus clientes lo que hacen es llamar a la grúa en estos casos, de ahí que se limitan a incorporar un kit reparapinchazos.
El único punto positivo es que algunas marcas han aprovechado ese espacio para generar huecos prácticos, como en el Ford Puma. En el caso de los híbridos enchufables, puede servir para instalar la batería.
Parrillas iluminadas
Con la llegada de las firmas lumínicas por LED, los diseñadores han podido dar rienda suelta a su imaginación, para hacer que sus coches sean reconocibles a distancia. Esto ha significado ofrecer un verdadero espectáculo de luces cada vez que te acercas a un automóvil.
La última tendencia, además de la proyección de logotipos sobre el suelo al abrir las puertas, es la parrilla iluminada. Como suele decirse, se nos va de las manos...
Programas de conducción
A casi todos los clientes les gusta tener varios coches en uno, pero lo cierto es que muchos programas de conducción no ofrecen un comportamiento tan diferente como puede preverse. Además, ¿tiene sentido disponer de un modo Sport en automóviles que no son deportivos? Más aún, ¿es normal ofrecer el modo Eco en un vehículo con motor V8?
Otra incongruencia es contar con programas como Nieve, Barro o Arena en un SUV, cuando es probable que el coche jamás vaya a pisar un camino con dichas condiciones de adherencia.
Huellas dactilares por todas partes
Las inserciones en Negro Piano están de moda porque aportan una imagen lujosa, pero es un acabado muy difícil de limpiar y sensible a los arañazos. Es decir, vas a ver huellas dactilares y 'rozones' en cuanto te descuides.
Esto mismo sucede en las pantallas digitales, que por cierto muchas se ven muy mal cuando el sol incide sobre ellas... Se nota que echamos en falta más mandos tradicionales, ¿verdad?
Tecnologías invasivas y pitidos constantes
En general, las ayudas para la conducción son buenas, pero hay algunas demasiado intrusivas. De hecho, el conductor se puede llevar un buen susto si no recuerda que están activas. Esto sucede, por ejemplo, con el sistema de mantenimiento del carril, que mueve la dirección.
Además, en el coche se producen pitidos constantes para avisarte de que frenes más, de que no pises una línea o de que has superado la velocidad máxima permitida. ¡Por favor, dejadnos conducir!