Con las fábricas y los concesionarios cerrados, las marcas de coches no paran de pensar en cómo reinventarse, para aportar su 'granito de arena' en la lucha contra el coronavirus (COVID-19). Por ejemplo, es el caso de SEAT, que está fabricando respiradores en su factoría de Martorell (Barcelona).

Un proceso que se vio truncado momentáneamente, a la espera de la autorización de Sanidad, pero que vuelve a estar en marcha, en las líneas de producción de la compañía.

El proyecto, que se ha llevado a cabo en colaboración con Protofy.XYZ y otras muchas empresas y entidades, ha dado como resultado el modelo final, tras producirse 13 prototipos y contar con el apoyo de 150 empleados de distintas áreas.

La clave del respirador es el motor adaptado del limpiaparabrisas, aunque también se emplean otros elementos, como engranajes impresos por la propia SEAT o ejes de cajas de cambios.

"La motivación de todas las personas que participamos en este proyecto es ayudar de la manera que nosotros sabemos, que es fabricar en serie un equipo, esta vez para salvar vidas", afirma Nicolás Mora, del área de Producción de SEAT Martorell.

Obviamente, la línea de producción ha tenido que adaptarse, para pasar del SEAT León 2020 a los respiradores. Pero todo proceso de cambio es pequeño, cuando se trata de ayudar.

Según informa la marca, cada equipo de respiración asistida emplea 80 componentes electrónicos y mecánicos y el proceso requiere de un control de calidad específico, con esterilización mediante luz ultravioleta.

"Modificar una línea de montaje que fabrica un subchasis, una pieza de coches, y poder transformarla y fabricar respiradores ha sido un trabajo arduo en el que han estado implicadas muchas áreas de la empresa y lo hemos hecho en el tiempo récord de una semana”, comenta Sergio Arreciado, del área de Ingeniería de Procesos de SEAT. 

Sobre cuántos de estos dispositivos se fabricarán cada día, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha anunciado, en sede parlamentaria, que serán 300 unidades diarias.