La pandemia que nos asola estas semanas, nos obliga a permanecer confinados en nuestros hogares el mayor tiempo posible. Y esto tiene una derivada para nuestros vehículos, que permanecen parados durante días y días, ya sea en la calle o en el garaje, con el consiguiente riesgo que eso implica para su 'salud'.

Por ese motivo, queremos recomendarte, a través de cinco sencillos consejos, cómo puedes proteger el buen estado de tu coche. Ten en cuenta que cuando finalice el confinamiento, tendrás que volver a utilizarlo para tus desplazamientos y sería una faena no poder hacerlo, por falta de mantenimiento de la batería o porque no has vigilado la presión de los neumáticos y se han deformado. Atento a lo que te vamos a contar a continuación.

Protege tu coche mientras dure el estado de alarma

1.- La batería

Por todos es sabido que los largos periodos de inactividad son muy perjudiciales para la batería de nuestros vehículos. Los modelos modernos, dada la gran cantidad de electrónica a la que recurren, consumen electricidad incluso estando parados. A pesar de que puedas pensar que se trata de un consumo ridículo, lo cierto es que la suma de días o incluso semanas, sin poner en marcha el motor para que el alternador recargue la batería, puede ser fatal y comprometer la energía disponible.

Por ese motivo, el consejo más sencillo es que arranques unos minutos el coche, cada cuatro o cinco días. Si lo haces, deberás mantenerlo arrancado, al menos hasta que el motor alcance su temperatura de servicio. Recuerda que en un motor de gasolina, eso sucederá antes que en uno de ciclo diésel.

Por otra parte, si tu coche ya tiene unos años (más de 10), siempre puedes optar por la instalación de un cortacorriente. Es una pieza relativamente asequible y que se instala en uno de los bornes de la batería. Con este dispositivo activado, que viene a ser un interruptor, podrás mantener la carga de la batería durante largos periodos de tiempo, debido a que interrumpe cualquier consumo de electricidad del vehículo.

De esta forma, perderás el funcionamiento de la alarma o del cierre centralizado del vehículo y tendrás que cerrar las puertas manualmente, una a una. En un vehículo moderno (ya con mucha más electrónica) no es recomendable optar por un cortacorriente.

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2.- Presión de los neumáticos

Ya sea en periodo de confinamiento o en condiciones de total libertad, lo recomendable es revisar la presión de nuestros neumáticos, al menos, una vez cada 15 días. Si vamos a vernos obligados a no mover el coche durante un largo periodo de tiempo, este mantenimiento preventivo cobra más sentido, si cabe, para evitar que nuestros neumáticos se deformen, con el consiguiente peligro que eso supone para la conducción.

Ya sea con un compresor portátil o aprovechando el viaje a una gasolinera (las estaciones de servicio permanecen abiertas), lo mejor es inflarlos una vez cada 15 días y puesto que no vamos a circular a diario con el vehículo, podemos subir un poco la presión recomendada por el fabricante, dependiendo de cada neumático.

De este forma, si la presión recomendada es de 2,8 o 3,0 bares, como medida excepcional mientras dure la inmovilización del vehículo, podemos subir ese valor como máximo hasta los 3,3 bares. De esta forma, ayudaremos a evitar que el neumático se deforme. Lógicamente, cuando este periodo finalice y vuelvas a circular, con normalidad, con el coche, debes volver a poner las presiones recomendadas por el fabricante.

Protege tu coche mientras dure el estado de alarma

3.- Funda para el coche

La mejor forma de proteger una carrocería es utilizar una funda para tapar el coche por completo. Si está estacionado en la calle, con más motivo. Eso es lo que dice la teoría, aunque en la práctica, es casi imposible ver vehículos estacionados en nuestras calles, cubiertos por una funda protectora. 

Si tu coche permanece estacionado en un garaje particular, entonces puedes recurrir a una funda de tela, mucho más asequible, aunque menos efectiva que las de lona o plástico. Por el contrario, si tu automóvil está aparcado en el exterior y quieres protegerlo de la mejor manera posible, deberás recurrir a una funda de plástico, las más efectivas frente a lluvia, granizo o nieve. Su precio, según el vehículo, ronda de media los 60 euros.

Protege tu coche mientras dure el estado de alarma

4.- Ventanillas

Es un elemento que suele pasar desapercibido en muchas ocasiones. Si el vehículo está en el exterior, la suciedad, el polvo o el polen de los árboles puede llegar a formar una película que sella las ventanillas, impidiendo su correcta apertura. Por ese motivo, debemos comprobar periódicamente su buen funcionamiento, eliminando con un trapo o bayeta esa suciedad. 

Un buen momento para hacerlo puede ser cuando bajemos a arrancar el motor durante unos minutos, como hemos mencionado con anterioridad. Durante ese tiempo, podemos abrir y cerrar todas las ventanillas del vehículo, para comprobar que no se han quedado selladas.

Si el vehículo permanece guardado en un garaje particular o individual, también puedes dejar abiertas las ventanillas unos milímetros. Con esta acción, conseguirás que circule el aire por el interior, evitando que aparezca ese molesto olor a humedad, que suele surgir cuando un vehículo se encuentra estacionado por un largo periodo de tiempo.

Protege tu coche mientras dure el estado de alarma

5.- Caja de cambios

En los modelos con caja de cambios manual es importante prestar atención a la velocidad que tenemos engranada mientras el vehículo permanece parado. Si el coche permanece estacionado en un garaje y tu plaza está perfectamente nivelada, no es necesario que actives el freno de mano ante un periodo de larga inactividad. Bastará con meter una velocidad y, como medida de precaución extra, poner unos calzos en las ruedas.

En cambio, si tu coche permanece aparcado en el exterior y existe una ligera pendiente, deberás utilizar, obligatoriamente, el freno de estacionamiento, además de dejar una marcha insertada. Ahora bien, en este escenario, lo recomendable es que dos veces por semana, muevas, en la medida de lo posible, el vehículo unos centímetros al frente y hacia atrás.

Con esta sencilla maniobra, evitarás que las pastillas de freno se queden 'pegadas' a los discos de freno. Esto suele suceder cuando el vehículo permanece durante muchos días sin moverse, sobre todo, en invierno, cuando la humedad y la suciedad intensifican este efecto.

Por último, otro consejo muy útil es que si por motivos laborales, tienes que acudir a tu puesto de trabajo a diario y dispones de dos vehículos en casa, alternes su uso. De esta forma, cada dos días, por ejemplo, estarás utilizando ambos vehículos, con lo que te ahorrarás todos los consejos de mantenimiento preventivo mencionados anteriormente.