Enseñanza vial en los colegios
La clave para crear buenos conductores se encuentra en los colegios. Hay que crear una asignatura de enseñanza vial, con clases teóricas y prácticas (usando bicicletas o patinetes), en las que los niños se diviertan mientras aprenden nociones de seguridad.
Curso de conducción obligatorio
¿Y qué pasa con los que ya no son niños? Fácil, un curso de conducción, subvencionado por el Ministerio del Interior, con el dinero de las multas.
Gracias a esta formación, los alumnos aprenderían a 'entender' el vehículo en situaciones límite y a comprobar, de primera mano, el funcionamiento de muchas ayudas electrónicas a la conducción.
Carreteras mejor conservadas
Los coches cada vez son más seguros, pero las carreteras españolas carecen del mantenimiento adecuado, así que habría que aumentar el presupuesto para esta cuestión. No solo se debe reasfaltar, sino también instalar más señales y pintar las líneas convenientemente.
Subir la velocidad máxima
En muchos tramos de vías de primer orden, carentes de curvas, se podría subir ligeramente la velocidad máxima (por ejemplo, a 130 km/h). En el caso de que lloviese o hiciese niebla, u otros contratiempos, ese incremento quedaría anulado. Eso sí, la gente debería utilizar más el carril de la derecha para no entorpecer la circulación.
No pagar por las autovías
Basta ya de recaudar impuestos a costa de los conductores. Pagar por usar las autovías es una auténtica tomadura de pelo, así que, por favor, esa medida (ya perfectamente estudiada por el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos) debería desestimarse.
Defender los coches clásicos
Algunos políticos consideran los coches clásicos como un simple objeto contaminante. Hay que ser más sensatos y cuidar estas joyas sobre ruedas con leyes proporcionales y no punitivas, sobre todo cuando son vehículos que, en la mayoría de los casos, salen a rodar en jornadas de asueto. Sin duda, son parte de nuestro patrimonio.
Más claridad en el uso de las etiquetas
Menudo lío tienen los conductores con el tema de la obligatoriedad, o no, de las etiquetas medioambientales. Para el Ayuntamiento de Madrid, sí se debe poner en el parabrisas; para la DGT, no. Debería haber una norma común para todo el mundo, ¿no crees?
Precios justos en los carburantes
Cuando sube el precio del petróleo, nos echamos a temblar, porque sabemos que los carburantes van a ser más caros. En cambio, cuando baja el coste del crudo, ese descenso apenas se ve reflejado a la hora de repostar en una gasolinera. Debería haber una ley que defendiera más a los consumidores en este ámbito.
Más subvenciones para los coches eléctricos
El futuro del automóvil pasa por los coches eléctricos, así que el Gobierno debería apoyar decididamente la compra de estos vehículos, otorgando subvenciones para que las tarifas no sean casi prohibitivas, como sucede hasta ahora, salvo casos excepcionales.
Más puntos de carga
Respecto a otros países europeos, estamos en el vagón de cola en cuanto al número de puntos de carga públicos. En este aspecto, deberíamos lograr un fuerte impulso a través de acuerdos com empresas del sector. El futuro ya está aquí y nosotros estamos mirando a las musarañas...
No demonizar al diésel... ni a los coches
Por último, debemos recordar que los automóviles no son los causantes principales de la contaminación en las ciudades, sino más bien, las calefacciones centrales y las industrias.
Además, los coches diésel emiten menos dióxido de carbono (CO2) que los vehículos de gasolina, así que el trato que están recibiendo es notablemente injusto y desproporcionado.