Mercedes vivió un fin de semana "Armageddon" en Alemania

El fin de semana de Mercedes comenzó con los Ferrari liderando las tres sesiones de libres del viernes y el sábado. Pero los mismos monoplazas rojos dejaron vía libre a las flechas plateadas en la lucha por la pole, tras sendos fallos mecánicos en los coches de Leclerc (Q3) y Vettel (Q1).

Tras arrancar primero y tercero, los dos Mercedes lideraron el GP de Alemania en la primera vuelta, después de una salida nefasta de Verstappen desde el segundo lugar.

Pero la caótica carrera en Hockenheim, condicionada por la lluvia y varios Safety Car, acabó con un cero en el casillero del equipo anglo alemán.

Lewis Hamilton, que había dominado hasta el momento, tuvo una inoportuna salida de pista, con toque del alerón delantero contra las protecciones, en la penúltima curva y tuvo que entrar a boxes de manera incorrecta, recibiendo cinco segundos de sanción y dilapidando sus opciones de victoria.

Pero Bottas, que marchaba en puestos de podio, se salió en la curva 1 en la vuelta 57, a siete del final, y puso fin a un domingo negro para Mercedes, que celebraba su 125º aniversario en la competición.

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"Fue un día terrible para nosotros. Todo empezó bien y luego fue complicado para mí tomar la decisión correcta. Creo que estuvo al límite si cambiar neumáticos o no. Pero, como Charles, Lewis puso el coche en el muro. Era complicado volver por el bolardo, por lo que le sancionaron, y luego cometimos el error con los neumáticos, porque no estaban listos. Pero... eso puede pasar si te chocas justo en la entrada del pitlane", comentó Toto Wolff, jefe del equipo, tras la carrera.

"Y a partir de ahí, fuimos con el pie cambiado con Lewis, todo el rato. No es vergonzoso, es motorsport. Y a veces recibes una bofetada en la nariz y simplemente aprendes. Estos días nos hacen mejorar. Tenemos que analizar qué fue mal hoy".

"Luego todo se juntó cuando Valtteri se chocó al final, lo cual no fue genial... Esto fue el final del Armageddon para nosotros. Y encima estábamos celebrando 125 años, teníamos a los directivos aquí, a los chicos de Netflix... seguramente les hemos dado más contenido de lo habitual".

Insistido en si todas las celebraciones que han tenido este fin de semana, vestimenta especial incluida, afectó en el resultado, respondió: "Cuando quieres hacerlo especialmente bien, a veces las cosas pueden ir mal, tal vez te distraes o haces las cosas de manera diferente a la habitual. No sé, al final aprendemos y analizaremos todo lo que hicimos mal hoy. Tenemos algunos días antes de Budapest para volver al máximo nivel. Aún lideramos el Mundial y eso no debe olvidarse".

Cuando se le preguntó si está ante el peor día de su trayectoria en la F1, el responsable austriaco dejó claro que la climatología también jugó sus cartas y que no todo fue responsabilidad de él.

"Hemos ganado muchas carreras. No sé cuantas, 80-90 y cinco campeonatos. Y eso es por lo que el dolor es mucho más intenso al perder la racha de victorias, pero así es. ¿Es el peor momento que he tenido? Bueno, puedo decir que quizás la climatología jugó en nuestra contra y no fuimos 100% jefes de nuestro destino, pero es un momento muy amargo", concluyó.