La otra sanción que vuelve a dejar en evidencia a la FIA tras Austin

En el Gran Premio de Singapur, la FIA decidió sancionar con cinco segundos al ganador de la carrera, Sergio Pérez, por dejar una distancia superior a diez cuerpos de un monoplaza respecto al coche de seguridad, algo que está considerado como ilegal.

Sin embargo, la federación internacional tardó varias horas en deliberar el resultado de la acción, lo que desembocó en que el mexicano no pudo cumplir con la penalización durante la prueba, lo que habría cambiado el resultado de la cita porque Charles Leclerc hubiera salido por delante en las paradas en boxes, como reconoció el director de Ferrari, Mattia Binotto.

De esa forma, el de Red Bull pudo celebrar sin problemas el triunfo en Marina Bay, a pesar del enfado de la escudería de Maranello con el organismo rector. Lo mismo, o algo similar, ocurrió en el Gran Premio de Estados Unidos, donde la FIA castigó a Pierre Gasly con cinco segundos por lo mismo durante la disputa de la carrera, sin tardar apenas en dictar sentencia, aunque eso va más allá.

Además de tener un distinto criterio y tiempo de rapidez, los jueces no se fijaron en que no solo fue el francés el que dejó una distancia de más de diez coches respecto al vehículo que tenía delante. Como se puede apreciar en las cámaras onboard de la retransmisión, y teniendo en cuenta que un Fórmula 1 actual mide unos cinco metros y medio, la penalización se aplicaría una vez que se dejen 55 metros de diferencia, cosa que incumplieron muchos otros pilotos además de Pierre Gasly.

Con el nuevo gráfico de la FOM en el que se indica la separación entre dos pilotos, se logró distinguir que en unos de los momentos de batalla entre Charles Leclerc y Sergio Pérez en la vuelta 30, que la distancia era de 41,2 metros. Al tomar como referencia los carteles publicitarios, es muy sencillo ver después que, detrás del coche de seguridad, en el mismo punto, algunos como Esteban Ocon, Alex Albon o Daniel Ricciardo superaron esa marca y, por tanto, también violaron la regla.

No obstante, ningún participante más sufrió una penalización, por lo que vuelve a dejar en duda los criterios que sigue la FIA y sus comisarios para sancionar, a lo que hay que sumar la polémica que hubo con Fernando Alonso y la protesta que llegó más tarde del límite establecido para ello por parte del equipo Haas que provocó que el asturiano cayera fuera de la zona de puntos.

En el caso de Pierre Gasly, como el castigo se realizó durante la carrera, no como cuando pasó con Checo Pérez en Singapur, se vio obligado a cumplir con los cinco segundos en su parada y, por si fuera poco, como su escudería comenzó a tocar su coche a los 4,54 segundos, le impusieron otra penalización más grave, de diez segundos, lo que le envió de la 11ª plaza a la 13ª, que habría significado entrar en los puntos al haber aplicado la sanción de Fernando Alonso.

"Los comisarios revisaron el vídeo y las pruebas de posicionamiento del monoplaza. Estaba claro, a partir de las pruebas que el coche 10 estaba significativamente más de diez cuerpos detrás del coche de delante", comunicó la FIA en la decisión sobre Pierre Gasly, aunque lo que más importa en el asunto no es el castigo en sí, sino que para el futuro apliquen el reglamento de igual forma a todos los competidores.

Porque no solo fue el hecho de que se penalizara al galo y al resto no en Austin, sino que se hizo de una manera completamente diferente a la cita en Marina Bay, creando carreras que se deciden por los comisarios y en las que los pilotos nunca saben qué hacer para contentarlos.

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