Red Bull pide calma para quienes ven el mundial de F1 sentenciado

El equipo Red Bull ha conseguido recortar toda la distancia que parecía insalvable al principio de la temporada 2022 de Fórmula 1 con Ferrari y, además, han creado un colchón de muchos puntos que permite que los trabajadores de Milton Keynes lleguen al parón veraniego con más tranquilidad.

El doble abandono en la cita inaugural en Bahrein, junto con el doblete de Ferrari y el problema de Max Verstappen en Australia, provocó que saltaran todas las alarmas en la escudería de las bebidas energéticas. Sin embargo, el fin de semana del Gran Premio de Emilia Romagna fue un punto de inflexión para ellos, ya que consiguieron una racha de seis triunfos consecutivos que les catapultó a lo más alto de ambas clasificaciones.

Ahora, tras una nueva victoria del vigente campeón del mundo en la carrera de Hungría, la brecha respecto a Charles Leclerc, su inmediato perseguidor en la tabla de pilotos, asciende a 80 puntos, mientras que en constructores, Red Bull comanda con 97 unidades. Por eso, es muy tentador pensar que los austriacos pueden celebrar ambos títulos antes de tiempo, pero su jefe, Christian Horner, es cauto sobre ello.

Una vez que descorchó el champán en el trazado de Hungaroring, el director británico habló con la prensa sobre las posibilidades de cosechar otro mundial más: "Las clasificaciones parecen ir bien, y es una gran manera de llegar al el descanso de verano"

"Sin embargo, todavía quedan un montón de carreras por delante", advirtió. "Ferrari es rápido, Mercedes está volviendo al juego. Todavía hay un largo, largo camino por recorrer en este campeonato, además de una carrera al sprint, así que no damos nada por sentado.

"Todavía hay muchas carreras que hacer, y son lugares muy diferentes", dijo Horner, que nunca se habría imaginado ganar el Gran Premio de Hungría después de la mala clasificación de su pareja de pilotos el sábado.

"Nunca", respondió cuando se le preguntó sobre si creía que era posible vencer. "En este circuito, nuestro análisis previo a la carrera, mostraba que, si todo iba bien, el quinto y el sexto podrían ser resultados que podíamos alcanzar".

"Así que, ganar desde la décima posición en la parrilla supera todas nuestras expectativas", dijo. "Y luego, se añade un problema de embrague al principio de la prueba en el coche de Max [Verstappen], que él estaba gestionando, porque las temperaturas se estaban descontrolando un poco".

"Por eso lo mantuvimos alejado de Carlos Sainz por un tiempo", desveló el jefe de Red Bull. "Sobre todo después de la primera parada, pero más tarde, una vez que lo dejamos correr y tuvimos el problema del embrague bajo control, su ritmo fue tremendo".

A eso hay que sumarle el acierto en la estrategia de los neumáticos, que resultó clave en el desenlace final: "Estratégicamente, hemos acertado en el momento de parar. Cuando vi que Ferrari salía con un juego de neumáticos duros, pensé: 'bien, podríamos tener una oportunidad de ganar esta carrera'".

"Entonces, Checo [Pérez] fue un jugador de equipo. Obviamente, estaba en una estrategia diferente en ese momento, y era importante para él dejar libra a Max [Verstappen] para que llegara rápidamente a Charles [Leclerc]", indicó.

"Debía aguantar esos neumáticos hasta el final, e hizo un trompo rápido, solo para calentar los neumáticos", bromeó Horner. "El ritmo que tenía era muy bueno, sabíamos que la diferencia entre el medio y el duro era de cerca de medio segundo. Así que a partir de entonces, era una cuestión de gestionar el resto de la carrera con la lluvia, por lo que una actuación fenomenal".