Morbidelli: “Merecía la moto oficial y aquí estoy”   

Misano.- El italiano regresa a la competición tras haberse perdido cinco grandes premios, como consecuencia de la operación en la rodilla izquierda a la que fue sometido en junio, después de que una caída mientras se entrenaba le agravara una lesión que arrastraba en la zona. 

En esa ventana de tiempo en la que Morbidelli ha causado baja han pasado infinidad de cosas, hasta el extremo de que su última carrera la disputó enfundado en el mono del Sepang Racing Team (SRT) y con una moto dos años vieja. Este fin de semana, en Misano, reaparecerá como piloto oficial de Yamaha y un prototipo de fábrica, exactamente igual que el de Fabio Quartararo, de nuevo su compañero de equipo. 

Un verdadero cambio de panorama nada fácil de asimilar para cualquiera que no tenga el espíritu reggae que siempre ha acompañado a Frankie, que reaparecerá con la única intención de recuperar la velocidad que el curso pasado le llevó hasta el subcampeonato. 

“Estoy encantado de poder volver al Mundial, a hacer aquello que siempre he hecho. Estos [nuevos] colores todavía lo hacen más especial”, dijo Morbidelli, que reconoció haber sido un poco demasiado optimista al calcular los plazos en los que iba a poder recuperarse. 

“La lesión no era muy grave, pero necesitaba tiempo. Cuando me lesioné fui demasiado optimista. Luego vi que seguramente la cosa iba a alargarse más”, añadió el corredor, quien, al menos hasta final de temporada, trabajará con Silvano Galbusera como máximo responsable técnico, después de haberse decidido que Ramón Forcada permanezca en el SRT, con Andrea Dovizioso. 

“He disfrutado del tiempo con Ramón, pero hemos decidido que no queríamos cambiar más cosas, porque ya se han cambiado muchas. Luego ya veremos qué pasa en el futuro”, prosiguió Morbidelli. 

Tras un primer año en el SRT (2019) en el que Quartararo le superó a pesar de disponer de una moto que sobre el papel no era tan competitiva como la suya, 2020 fue el curso en el que el romano le dio la vuelta a la situación y fue ampliamente superior al francés, de nuevo con una M1 más antigua que la del Diablo. A pesar de eso, Yamaha no quiso recompensarle con una moto de fábrica para este 2021.

Con esta última maniobra, que le ha permitido firmar por el equipo oficial de la marca de los diapasones hasta 2023, Morbidelli se siente en paz: “Este año sentí que merecía la moto oficial y aquí estoy. No es que Yamaha me debiera nada, simplemente sí creo que la merecía”.

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