Nico Rosberg es el único piloto que en las últimas siete temporadas de Fórmula 1 ha sido campeón del mundo a final de temporada tras haber ganado la primera carrera del curso. Ante un GP de Bahrein en el que Verstappen parte como favorito, surge la duda de si el de Red Bull esquivará esa estadística.

Max Verstappen busca este año su tercer mundial, que además sería el tercero consecutivo tras haberse coronado en 2021 y 2022. En el GP de Bahrein que abrió la temporada de su primer título tuvo polémica y el holandés, que lideraba, tuvo que ceder la posición (y a posteriori victoria) a Hamilton por superar los límites de pista, en una decisión que generó polémica. Aquel era el anticipo de lo que viviríamos durante todo 2021, una batalla titánica entre los dos pilotos.

En el GP de Bahrein 2022, defendiendo corona, Verstappen parecía ganarle la lucha a Charles Leclerc, pero sufrió un problema en su motor y tuvo que abandonar, dejando en manos de Ferrari un doblete que hacía presagiar lo que luego no ocurrió, que los de Maranello volvieran a la cima de la categoría.

Ahora, la pretemporada 2023 en Bahrein ha dejado a Red Bull como equipo referente, y mientras hay debate sobre si Aston Martin realmente podrá mirar a los ojos a Ferrari y Mercedes, los de las bebidas energéticas parecen en otro nivel. Sergio Pérez logró el tiempo más rápido y aunque Verstappen no salió a pista ni en la jornada definitiva ni con neumáticos blandos, el campeón es por el que todo el mundo apuesta por delante de su compañero.

Antes de las dos de Verstappen, el propio Lewis Hamilton fue campeón en 2019 y 2020 mientras su compañero Valtteri Bottas había ganado en Australia y Austria respectivamente, las dos carreras que abrían el mundial. Y si en esas ocasiones fue el otro piloto de su equipo el que ganó la primera, en 2017 y 2018 había sido el rival de Hamilton, Sebastian Vettel, el que ganó en Australia (antigua primera sede) para luego no poder frenar ambos campeonatos del inglés.

Así, hay que irse hasta 2016 para encontrar un piloto que ganara la primera carrera del año y luego fuera campeón. Nico Rosberg se impuso en el GP de Australia para continuar con la racha que había iniciado en los tres últimos grandes premios de 2015. Además, prolongó esa imbatibilidad durante otras tres citas más de 2016 para lograr una ventaja que acabó siendo definitiva para darle el título frente a Hamilton.

Y, si nos vamos más atrás, encontramos que solo dos pilotos de los últimos 10 ganadores de la primera carrera acabaron siendo ese año campeón del mundo. ¿Cambiará la historia este año?