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GP de Hungría 2006: cuando Alonso se disfrazó de Senna y el podio de Pedro

La carrera del Gran Premio de Hungría 2006 de Fórmula 1 siempre quedará en el recuerdo de los aficionados por la increíble actuación de Fernando Alonso y el único podio de Pedro de la Rosa.

Fernando Alonso, Renault R26

Fernando Alonso, Renault R26

Charles Coates / Motorsport Images

Un 6 de agosto del año 2006 fuimos testigos de una de las mejores actuaciones de la trayectoria de Fernando Alonso, aunque muchos no piensen así porque el ovetense acabó contra el muro en la vuelta 52. Era el Gran Premio de Hungría, y en aquel entonces, eran el propio asturiano y Michael Schumacher los únicos dos candidatos al título mundial, que sería el segundo del español o el octavo del alemán.

La pareja llegaba a la 13ª cita del calendario con solo 11 puntos de distancia entre ambos y el de Renault en lo más alto de la clasificación, pero desde el principio del fin de semana hubo polémica. En los entrenamientos libres, tanto Alonso como Schumacher fueron penalizados con dos segundos sobre su tiempo de la clasificación, por no respetar las banderas amarillas en el caso del español, y la roja en el germano.

Así pues, el 1:19.364 que le valía al asturiano para ser segundo le mandó a la 15ª posición con la sanción, mientras que el Káiser lograba la pole position con un 1:18.875, por lo que acabó en la 12ª plaza para la parrilla de salida. No fueron los únicos con penalizaciones, y es que al Toro Rosso de Scott Speed se le borraron sus tres mejores tiempos, y a Jenson Button y Christijan Albers les sumaron diez posiciones por cambiar el motor.

Una vez listo el orden en la clasificación para que se apagasen los semáforos, apareció el drama en forma de lluvia. Con Kimi Raikkonen en la pole position, acompañado en la primera fila por el Ferrari de Felipe Massa, los monoplazas más rápidos del mundo se embarcaron en las 70 vueltas de la cita húngara, donde también estaba Pedro de la Rosa en el McLaren, que partía desde el 5º lugar.

Fue en ese justo instante, en el giro inicial, donde vimos uno de los mejores momentos de la historia de la Fórmula 1, con Fernando Alonso remontando bajo la lluvia en algo más parecido a una salida de un videojuego con los rivales en la dificultad más baja posible que a una arrancada de la vida real. El de Renault se abrió paso para subir hasta la 6ª posición en tan solo una vuelta, aunque Schumacher no se quedó corto, ya que se puso 4º, recordando acciones como la de Ayrton Senna en Donington Park en 1993, donde no tuvo rivales sobre el agua en el primer giro.

Sin embargo, era el español el que parecía imbatible en el trazado de Hungaroring, y poco tardó en quitarse del medio a su compañero, Giancarlo Fisichella, y al propio alemán, con un adelantamiento por el exterior en el que poco pudo hacer el de Ferrari por la increíble superioridad de Alonso.

Con el camino despejado, el entonces vigente campeón del mundo, solo tenía a los dos McLaren por delante, tras pasar a Rubens Barrichello, y en la vuelta 17 ya era el líder consolidado de la carrera. La cita se volvió más sencilla para el español, y es que en el giro 26, Kimi Raikkonen, el que podía ser el único rival de Alonso ese día, se estrelló contra el Toro Rosso de Vitantonio Liuzzi, provocando un coche de seguridad.

En esa vuelta se vivió otro instante único para el deporte en España, y es que era la primera vez que dos pilotos de esa nacionalidad lideraban un gran premio de Fórmula 1, con Alonso por delante de Pedro de la Rosa, algo que solo han podido igual el mismo ovetense y Carlos Sainz en el Gran Premio de Canadá de 2022.

La historia que escribieron Alonso, de la Rosa y Sainz en la F1:

No obstante, eso duró poco, ya que el Honda de Jenson Button, sin hacer mucho ruido, se colocaba en la segunda plaza, dejando al McLaren del otro español tercero. Cuando todo parecía resuelto para el garaje de Renault, una parada de 6,4 segundos a 19 vueltas del final para cambiar las gomas y cargar combustible a Alonso, fue el detonante de la carrera.

El asturiano salió del pitlane confiado en que podía aguantar el resto de la prueba para vencer y sacar más puntos de ventaja a Michael Schumacher, pero un nervioso R26 provocó que acabara contra las protecciones de la segunda curva. Fijándose en un detalle, el equipo pudo ver que no era ningún error de conducción, sino que se trataba de una tuerca mal apretada, la del neumático trasero derecho.

Un cabizbajo líder del mundial veía cómo una de sus mejores actuaciones en la Fórmula 1 terminaba en nada por un fallo en la parada, y se fue al paddock con el casco puesto sin entablar conversación con nadie.

"Un problema con el palier de atrás en el pitstop, en la curva 1 casi me estampo, y en la 2 no he conseguido frenar. Es una pena porque creo que íbamos bien para intentar ganar la carrera, pero los problemas también llegan a veces", dijo a los periodistas una vez que se calmó.

"Fue buena la primera vuelta y la primera parte, toda la carrera en general, pero es un problema mecánico, entonces no me puedo quejar. No hay mucho que hacer, hemos hecho lo que hemos podido", explicó ya con una sonrisa de satisfacción cuando se dio cuenta de lo que estaba logrando en Hungría.

A pesar de que los aficionados españoles dejaron de contar con Alonso para el final de la carrera, aún aguantaba Pedro de la Rosa, que con una genial actuación estaba pegado al alerón trasero del Ferrari de Schumacher, al que estaba presionando.

Con decisión, el barcelonés atacaba al alemán cuando podía, provocando que se saltara la chicane del segundo sector en varias ocasiones hasta que el Káiser se retiró finalmente por un problema en la dirección a escasos tres giros para ver la bandera a cuadros, dejando el camino despejado para que el de McLaren subiera a su primer y único podio en la máxima categoría del automovilismo.

Después de casi dos horas de tortura bajo el agua, Jenson Button, que hasta ese momento tenía la tercera racha más larga de carreras disputadas sin victoria, un total de 113, solo superado por Jarno Trulli [113] y Rubens Barrichello [124], se convirtió en el 96º piloto en ganar un gran premio de Fórmula 1.

Con lágrimas en los ojos y un emocionado padre, el británico celebró su conquista, la última de Honda como equipo en el Gran Circo, pero los ojos también se fijaron en de la Rosa, que descorchaba el champán por primera vez en su vida, algo que nunca pudo repetir. Nick Heidfeld acompañó a los dos protagonistas del día en una cita en la que debutó otro que también dejaría grandes recuerdos, Robert Kubica, que dejó muestras de lo que sería capaz, con una 7ª posición en su estreno, pero acabó descalificado por no cumplir con el peso mínimo.

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