Audi asusta a sus rivales de cara al futuro Dakar 2023

El primer Dakar de los T1+ y los T1 Ultimate (aquellos dotados con fuentes de propulsión alternativas) arrancó con muchas incógnitas, no solo porque los tres principales proyectos no se habían enfrentado nunca antes cara a cara, sino por la fiabilidad y el rendimiento que cada uno de ellos pudiera ofrecer. El trabajo que tanto Toyota Gazoo Racing, como Prodrive y Audi Sport han realizado en los últimos meses para construir y probar estos sofisticados prototipos 4x4 ha sido sencillamente brillante. 

Los ojos de todo el vivac han estado especialmente puestos en el Audi RS Q e-tron (propulsión eléctrica con extensor de autonomía), ya que es el primero de una nueva generación de prototipos destinados a ser el futuro del rally raid. Pero, como no podía ser de otra manera y a pesar de los miles de kilómetros de test completados entre Alemania, España y Marruecos, sufrió algún que otro problema de juventud. Curiosamente, esos inconvenientes no llegaron en el apartado más complejo –la gestión de las baterías, los sensores y el software– sino en los amortiguadores. 

A pesar de ello, y aunque Carlos Sainz perdió más de dos horas por la controvertida navegación de la etapa 1, lo que le dejó sin opciones de victoria, Audi ha demostrado ser capaz de plantar cara a sus rivales, ganando cuatro de las 12 especiales del rally y estando entre los tres primeros regularmente. De hecho, si solo contamos los resultados de la segunda semana, Stéphane Peterhansel y Sainz se habrían metido en el podio final por detrás de Sébastien Loeb.

Pero los resultados finales han sido bien distintos, y Audi solo ha metido al vehículo de Mattias Ekström y Emil Bergkvist dentro del top 10, donde han acabado dos BRX Hunter T1 + (Loeb, 2º; Terranova, 4º) y tres GR DKR Hilux T1+.

No obstante, Prodrive y Toyota Gazoo Racing creen que la FIA deberá reajustar el Balance of Performance que se ha implementado desde el 1 de enero (a través de una caja negra que recoge multitud de datos de cada coche en carrera, como la presión del turbo, las revoluciones del motor o la cantidad de aire que entra por el sistema de admisión). Este sistema, según el reglamento, se puede modificar después de cada cita del Mundial de Rally Raid para ir equilibrando el rendimiento de cada prototipo. 

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Los T1+ y los T1 U tienen en común que son prototipos 4x4 con 2,3 metros de anchura, 350 mm de recorrido de suspensión, ruedas de 37 pulgadas y un peso mínimo de 2.000 kg. La potencia de todos ellos ronda los 400 CV, controlada por una curva de potencia que se ajusta electrónicamente. Audi se ha quejado desde los primeros días de Dakar de sus 200 kg de peso por encima del mínimo, pero precisamente por eso sus rivales les temen.

"El Audi es muchísimo más rápido que nuestro coche y el de Toyota. Tenemos que encontrar un equilibrio para que todo el mundo pueda competir en igualdad de condiciones y ese es el trabajo de la FIA. Si no, Audi llegará y acabará con este deporte. Es un reto muy grande para la FIA el controlar una nueva tecnología como esta y tenemos que darles algo de tiempo para analizar los datos y equilibrar todo de nuevo", asegura David Richards, presidente de Prodrive y Team Principal de Bahrain Raid Xtreme, a Motorsport.com.

"He hablado con Seb, con Nasser, y todo el mundo piensa que estamos muy igualados entre Toyota y nosotros. Pero el rendimiento del Audi está claramente a otro nivel. Tienen 200 kg de sobrepeso y aun así son mucho más rápidos que nosotros. Si hubieran sido fiables, habrían ganado por una hora fácilmente. Confío en la FIA para que nos igualen a todos".

Por su parte, Glyn Hall, jefe de equipo de Toyota Gazoo Racing, ganador del Dakar, tiene claro que a la vuelta del rally llegarán semanas de análisis y de reuniones para afrontar esta nueva situación. 

"Bueno, el problema que tenemos es que los Audi hicieron un trabajo fantástico demostrando lo rápidos que son. Han llegado aquí con 200 kg de sobrepeso y aun así han ganado muchas etapas; tenemos que analizarlo en detalle. Hay un gran trabajo por delante, pero afortunadamente en el Dakar todo ha funcionado de manera correcta", respondió cuando Motorsport.com le preguntó por el rendimiento de los tres coches referencia.

"Hemos estado trabajando con la FIA los últimos 12 meses y hemos conseguido hacer un coche ganador dentro de la nueva normativa T1+. Pensamos que en los dos últimos años estuvimos muy cerca de la victoria y creemos que teníamos que haber ganado. Pero lo hemos logrado ahora con el nuevo coche y, además, los 11 vehículos que construimos en los últimos nueve meses han llegado a meta". 

Sven Quandt, jefe de equipo de Audi Sport en el Dakar, en cambio, quita peso a las cuatro victorias conseguidas por su equipo, ya que considera que lo que cuenta es el triunfo final y para ello, aún queda camino por recorrer con el novedoso RS Q e-tron.

"Cuando vinimos aquí teníamos el objetivo de acabar la carrera y luego de ganar un etapa si podíamos. Pero después de lograrlo en la etapa 3, quedó claro que podríamos conseguir más, lo cual fue un alivio. Pero los problemas que tuvimos al principio del rally nos condicionaron. Sí, en la segunda semana hemos ido mejor, pero siempre hay una primera donde pasan cosas. No puedes permitirte cometer errores y hemos hecho cosas no de la mejor manera posible en este Dakar", comentó el alemán a Motorsport.com.

"Si hubiéramos hecho una carrera antes de esta nos habría ayudado, pero no fue posible en absoluto porque aún estábamos preparando el coche. De hecho, el 31 de diciembre aún estábamos ultimando cosas y lo tuvimos listo justo para el 1 de enero por la mañana, pero dos horas antes aún no lo estaba".

La Comisión de Cross Country de la FIA y ASO, promotor del nuevo Mundial de Rally Raid, tienen por delante un importante ejercicio de análisis de datos y rendimiento para ver si son necesarios ciertos ajustes del BoP.  Mientras, Audi tiene pensado seguir evolucionando su prototipo, a la espera de decidir si participan en alguna carrera del campeonato y cuándo, dado que no se han inscrito para toda la temporada. La batalla Nasser Al-Attiyah (Toyota) - Loeb (Prodrive) por el título promete ser interesante.