Floersch tras su accidente en Macao: "Voy a volver"

Sophia Floersch volvió a nacer el pasado domingo en la cuarta vuelta del GP de Macao de Fórmula 3 2018. La joven piloto alemana de 17 años despegó después de que sus ruedas izquierdas se soltaran tras un toque inicial e impactó contra el búnker de los fotógrafos de la curva Lisboa. 

Después ser evacuada al hospital Conde S. Januario consciente y con las constantes estables, Floersch fue operada el lunes de su fractura vertebral y, tras una larga intervención, tendrá que pasar un par de semanas ingresada para valorar su evolución. 

La piloto ha querido agradecer a su equipo, los servicios médicos y sus aficionados el apoyo brindado en los últimos días. Y lo ha hecho a través de una publicación en su Facebook este martes. 

"Sobreviví a una operación que llevó unas 11 horas. Espero que desde ahora todo vaya a mejor. Tengo que estar algunos días más en Macao hasta que me puedan trasladar. Quiero dar las gracias a todos mis aficionados por todos y cada uno de los buenos deseos, que ahora estoy empezando a leer. Esto realmente me motiva y me da coraje", aseguró Floersch.

"Mis pensamientos están también con todos los que se vieron involucrados en el accidente. Espero que todo el mundo esté sano. En el accidente hubo gente muy amable, a los que aún tengo en mi mente. Gracias por todos los ánimos, palabras de calma en esos duros minutos en mi coche".

"Un gran gracias al equipo médico de Macao, por su trato amistoso y profesional. Un enorme gracias al equipo de rescate de la FIA, Mercedes-AMG Motorsport, HWA AG, la FIA y su equipo médico, así como a la organización del GP de Macao, que me apoyó de la mejor manera. También quiero darle las gracias al Dr. Riccardo Ceccarelli y por último, pero no por ello menos, a mi equipo, Van Amersfoort, Facu y Ferdinand, porque todos sufrieron conmigo. Sois geniales. Voy a volver. Por cierto, Dallara construye un muy buen chasis".

Por su parte, el padre de Floersch añadió en redes sociales: "Un equipo de especialistas estuvo más de nueve horas para reparar su vértebra fracturada y quitar una astilla ósea, que se había quedado peligrosamente cerca de su médula espinal. La monitorización de los nervios muestran que sus funciones vitales reaccionan bien, por lo que las señales iniciales dan una perspectiva positiva acerca de su recuperación".