Barreda: “El equipo no tuvo una línea clara desde el principio”

Buenos Aires (Argentina).- Desde la oscuridad a veces es complicado ver más allá. Eso fue lo que le sucedió a Joan Barreda tras la penalización de una hora que recibió al llegar a Tupiza por repostar en una zona no permitida. El error del equipo lastró para el resto del rally las opciones del que ha sido el mejor piloto de esta edición 39 del Dakar.

Con cuatro victorias de etapa y brillando especialmente en los días en los que la navegación era importante, Barreda ha demostrado que su Honda CRF 450 Rally y él forman un dúo que, si todo encaja, es complicado de batir. Pero el Dakar, como reconoce el de Castellón, “no lo gana el más rápido y el que navega mejor, es una combinación de muchas cosas".

Barreda deja claro, de pie en el vivac de Río Cuarto tras terminar los últimos 64 kilómetros de especial en tercer lugar, a solo 18 segundos de Van Beveren y Farrés, que se jugaron el tercer puesto del podio, que le fue complicado recuperarse tras la sanción. 

“Fue difícil encajar que realmente tenia esa penalización y que todo el trabajo hecho en las primeras etapas de gestionar bien, de saber atacar, de ser una calculadora, no servía para nada y que se había ido todo al traste. Me costó algún día, pero hubo que volver a estar concentrado y a dar el máximo de uno mismo y a hacer grandes etapas hasta el final de carrera”.

El español perdió 37 minutos al día siguiente camino de Oruro. Desde entonces, solo perdió 6:51 camino de La Paz, ganó las tres etapas siguientes (8, 10 y 11) y se dejó 18 segundos con Van Beveren y Farrés en la última.

“No es demasiado premio ganar etapas. No es lo mismo ganar una etapa viniendo desde atrás que hacerlo como he hecho yo abriendo kilómetros y kilómetros seguidos con el estrés que eso conlleva”, recalca el castellonense.

Reproches al equipo

Barreda reconoce el trabajo que ha hecho Honda durante todo 2016: “Este año hubo una misión que fue conseguir una moto indestructible y se ha conseguido. Los japoneses han hecho un trabajo magnifico y es algo que he de reconocerles y agradecerles porque han hecho un programa increíble de test y de durabilidad junto conmigo. La moto no ha dado ni un problema en 15 días y estoy seguro que podría hacer otros 15 después. La Honda este año ha sido increíble”.

Pero no el equipo. El piloto español lo reconoce: “Tardamos bastante en reaccionar y han sido unos momentos complicados donde tampoco hemos tenido una línea clara desde el minuto uno a seguir”. Y deja claro que sí tiene algo que reprochar al conjunto con el que ha competido en este Dakar de navegación, lluvias y calor extremo: “Pero bueno, eso son cosas que intentamos mejorar y reforzar en el equipo. Ya lo veréis durante el año”.

Los cambios van a llegar y es que Barreda, en su séptimo Dakar, ha demostrado que es el rival a batir, que si él y su moto no fallan, son complicados de superar. La imagen de Marc Coma abrazando al de Honda en Río Cuarto queda en la retina. “Me ha dicho que llegará el premio, que lo persiga. Se lo agradezco mucho porque él sabe lo que cuestan las cosas y me ha dicho que cuando empiece no voy a parar. Tienes que conseguir la pieza para que el puzzle esté perfecto y esa es la misión”.

De campeón a futuro campeón. El Dakar de Barreda ha sido intachable. No el de los que le rodearon. “Cada vez estamos en la mejor línea. Va a haber cambios, pero son detalles. Al final hay que saber dónde están las cosas buenas, que son muchas, y tomar las decisiones correctas. Mi preocupación ahora mismo es estar muy seguro de que las cosas que hagamos sean las correctas”.

8